Cerca de 400 civiles que se levantaron en armas contra el crimen organizado (autodefensas) en México tomaron este sábado el municipio Tancítaro, en el convulso estado de Michoacán (oeste), luego de un enfrentamiento que dejó tres muertos y dos heridos, informaron fuentes oficiales.

El Gobierno del Estado de Michoacán indicó en un comunicado que “tiene conocimiento de que grupos de autodefensa de (los municipios de) Buenavista y Tepalcatepec se movilizaron esta mañana (sábado) hacia el municipio de Tancítaro, donde tomaron la presidencia municipal y la plaza principal del lugar”.

Poco antes, las autodefensas se enfrentaron a tiros con otro grupo armado, probablemente miembros del crimen organizado, con un saldo de tres muertos y dos heridos, informó a la AFP Marco Vinicio Aguilera, de la fiscalía estatal.

La refriega ocurrió muy cerca de la comunidad de Pareo cuando los autodefensas se desplazaban a la cabecera de Tancítaro, añadió la misma fuente, que precisó que se “hizo el levantamiento de tres cuerpos que corresponden a integrantes de un grupo armado (mientras que) los heridos son guardias comunitarios”.

De acuerdo con datos proporcionados por una fuente del Centro de Investigación Federal y Seguridad Nacional (Cisen) consultada por AFP, al menos 400 miembros de las autodefensas asumieron el control de la seguridad en Tancítaro y obligaron a la policía preventiva local a retirarse.

Por su parte, Jesús Reyna García, responsable de la política interna estatal, dijo que policías estatales se trasladaron a la zona, así como soldados y agentes federales.

Cárteles como Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana y Jalisco Nueva Generación, protagonizan en Michoacán sangrientas disputas por las plazas y rutas del narcotráfico, además de buscar financiamiento a través de extorsiones, secuestros y robos a pobladores y comerciantes.

Hartos de esta situación y ante la inacción de las autoridades, grupos de civiles se levantaron en armas a inicios de este año en Michoacán y otros estados, haciendo que la tensión en la zona se volviera aún más crítica.

Con el objetivo de parar el fuego, el gobierno federal desplegó en mayo a miles de soldados y policías a Michoacán, pero los actos violentos no han cesado.

El 27 de octubre, un grupo criminal aún no identificado oficialmente atacó con armas de alto calibre y bombas “molotov” varias estaciones eléctricas en la subregión michoacana de Tierra Caliente, dejando sin luz a 420.000 personas durante horas, e incendiaron seis gasolineras, cuatro de ellas en Morelia, capital estatal.

Además, la semana pasada se hallaron varias fosas clandestinas con al menos 18 cadáveres en un pueblo situado en la frontera de Michoacán con Jalisco.

Las pugnas entre narcotraficantes y los operativos militares para detenerlos han dejado en México un saldo de al menos 77.000 muertos desde finales de 2006.