Entre las muchas acepciones que tiene la palabra ‘urgencia’ en el diccionario, los equipos de la NBA Miami Heat y San Antonio Spurs han puesto de moda una: “Asunto que se debe solucionar con mucha rapidez”.

La final 2013 de la NBA que juegan el campeón Heat y el retador Spurs se ha desarrollado desde el primer partido con “sentido de urgencia”, frase que se han prestado uno y otro equipo durante la serie, y no será diferente este martes, cuando ambos vuelvan a encontrarse en la American Airlines Arena de Miami para un crucial sexto partido.

San Antonio, con el resurgir del argentino Manu Ginóbili en los playoffs, obtuvo una victoria de 114-104 en el quinto choque, y ahora lidera el compromiso 3-2, arrebatándole de nuevo a Miami la ventaja de localía, y poniéndole una vez más en modo de ‘urgencia’.

Por su parte, el Heat necesita a toda costa una victoria este martes para forzar un séptimo partido el jueves, que definirá el campeonato.

“El partido más importante es el del Juego 6, no podemos preocuparnos por el Juego 7 todavía”, dijo el astro de Miami LeBron James a los periodistas. “Debemos regresar a casa confiados en nuestro partido y seguros de que vamos a ganar. Jugar con la urgencia de que no hay mañana”.

El Heat y su ‘Big Three’ de LeBron, Dwyade Wade y Chris Bosh pelearán a contracorriente, según las estadísticas históricas.

Desde la introducción del formato actual de la final, de 2-3-2, el ganador del quinto juego, cuando los equipos estaban empatados 2-2, se llevó el título en 20 de 27 oportunidades, o sea, el 74% de las veces en que esto ha ocurrido.

Otro dato que despierta las alarmas de los seguidores del Heat es que en la final del 2011 contra los Dallas Mavericks -la primera de las tres consecutivas que ha jugado desde entonces el ‘Big T’- el equipo regresó de Texas debajo en la serie 3-2 y perdió el sexto partido en su arena de Miami.

“Ahora es cuando tenemos que demostrar que somos un equipo mejor que hace dos años, con lo que se necesita para ser campeón”, declaró Wade, veterano de las cuatro finales que ha jugado el Heat, y con tres anillos de campeón en su mano.

El Heat se acogerá más que nunca al relicario que le ha mantenido con vida en estos playoffs: ganar el siguiente partido después de una derrota.

Desde la serie de primera ronda contra Milwaukee Bucks, Miami no gana dos encuentros consecutivos en esta postemporada, y en esa montaña rusa lleva 12 partidos consecutivos jugando al filo del abismo.

De su lado, los Spurs también llegan al Juego 6 con “sentido de urgencia”, como explicó Ginóbili: “Si dejamos que ganen el sexto juego las cosas se complicarán mucho en el séptimo. El sentido de urgencia sigue ahí”.

El argentino fue el hombre clave en el triunfo del domingo y se reivindicó de las críticas por su pobre desempeño en esta final, con un brillante juego de 24 puntos y 10 asistencias, su mayor marcador en esta campaña.

“Necesitaba un partido así”, declaró Ginóbili, que en 11 temporadas en la NBA, todas con los Spurs, ha ganado tres campeonatos y busca un cuarto anillo con el futuro oliendo a retiro.

“Me sentía muy bien antes del partido. Cuando metí los dos primeros tiros y la primera vez que ataco me hacen falta y voy a la linea, sabía que podía hacer las cosas mejor. Mentalmente estaba mucho mas preparado que en el Juego 4″, comentó el escolta argentino.

El sexto partido será de nuevo un enfrentamiento de mentalidades entre los entrenadores, Gregg Popovich de los Spurs, y Erik Spoelstra del Heat.

El ‘Coach Pop’ ganó la batalla táctica el domingo con su decisión de poner a Ginóbili como titular.

Spoelstra, sin embargo, tendrá que sacar un as de abajo de la manga para equiparar las acciones y ver si esta montaña rusa en la que se ha convertido la final de la NBA deja de seguir remitiendo infartados a las salas de urgencia de Miami y San Antonio.