Uno de los dos agentes estadounidenses, atacados a balazos en agosto por la Policía Federal de México, fingió estar muerto en un intento fallido para detener la agresión, según testimonios judiciales que este viernes se filtraron en la prensa mexicana.
Pese a que fingió estar muerto tras sufrir la primera herida por disparo durante el ataque, uno de los agentes estadounidenses “recibió tres impactos de bala, una le destrozó la mitad de la oreja derecha”, aseguró este viernes el portal web de Noticieros Televisa, citando las declaraciones de los agentes.
El 24 de agosto, en la carretera que conecta a Ciudad de México con Cuernavaca, un grupo de policías federales vestidos de civiles inició una balacera contra la camioneta diplomática en que viajaban los agentes estadounidenses Stan Boss y Chase Garner, junto con el militar mexicano Fabián Molina. Por el hecho, 19 elementos de la policía están procesados.
Los testimonios de los agentes estadounidenses fueron filtrados a la prensa mexicana por sus abogados, según un funcionario de la Fiscalía. “La normatividad establece la secrecía (confidencialidad) obligatoria en todo proceso” judicial, dijo la fuente, que no comentó los testimonios.
Según el relato publicado por Televisa, tras abrirse el fuego, se “inició una persecución” durante varios kilómetros, en la que hombres armados dispararon al vehículo diplomático hasta inmovilizarlo, declaró Boss, quien conducía la camioneta.
“Uno de los pistoleros de los que disparaban del lado del piloto tiene un rifle tipo AK-47″, este sujeto llega hasta el lado del copiloto y dispara repetidas ocasiones como a 6 pulgadas de distancia (unos 15 centímetros), añadió.
Tras ser alcanzado por una bala que le destrozó la oreja derecha, Boss dijo a sus acompañantes que se haría “el muerto” y se dejó caer sobre el manurio para tratar que los agentes policiacos se detuvieran.
“Sin embargo, no lo hacen y continúan disparándole al vehículo, entonces, mientras disparan, el piloto recibe dos impactos adicionales de bala, uno en el brazo derecho y otro en el muslo derecho”, narró por su parte Garner, quien recibió balas en el brazo y glúteo derechos, citado por el diario Reforma.
“¡Son diplomáticos!, ¡son diplomáticos!”, gritaba el capitán de fragata Molina, desesperado porque su teléfono móvil no tenía señal para pedir ayuda, relató el mismo diario.
Según Televisa, Fragata advirtió la llegada de patrullas de la Policía Federal, de la que descendieron agentes que aparentemente conocían a los agresores. En ese momento, cesó el fuego.
Pero los policías federales “nunca les apuntaron a ellos (los agresores), al contrario, estaban apuntando a nosotros. Y empezaron a platicar entre ellos, yo nunca vi que los policías hubiesen tratado de detener a los civiles que nos habían estado disparando”, añadió el militar mexicano.
La Fiscalía arrestó a 14 policías federales por intento de homicidio, daño a propiedad ajena y falsedad de declaraciones, pues a pesar de cometer los crímenes vestidos de civiles, aseguraron que se encontraban en una misión, portando uniformes.
Además, se emprendieron acciones penales contra cinco mandos de la policía federal, quienes, según la Fiscalía, pidieron a los 14 agentes que mintieran.
El ataque, considerado por la embajada de Estados Unidos como una “emboscada”, es investigado por la Fiscalía, que no excluye una posible adhesión de los inculpados a la delincuencia organizada.