La Armada inauguró en Isla Dawson el primer templo evangélico orientado a asegurar la libertad de culto, así como también la igualdad entre los diversos credos religiosos.
La institución informó en un comunicado que la idea de una capilla evangélica en la Sub Base Naval Isla Dawson, surgió en abril de este año por la propia necesidad espiritual de un grupo de 20 funcionarios navales y sus familias, quienes le manifestaron al comandante en jefe de la Tercera Zona Naval, contraalmirante José Miguel Rivera, construir un recinto destinado al culto.
Así, a contar de ese mismo mes y bajo la aprobación del comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, se dio inicio a la restauración de una vivienda fiscal en desuso, que con el esfuerzo y mano de obra de la propia comunidad, lograron convertirla en la primera capilla evangélica dentro de un recinto naval.
Por ello, el comandante en jefe de la Tercera Zona Naval, en compañía del capellán nacional evangélico de la Armada, reverendo René Ojeda y del jefe de la División de Relaciones Políticas e Institucionales de la Secretaría General de la Presidencia, Claudio Radonich, llegó hasta la Isla para inaugurar a través de una ceremonia cívico-militar el nuevo templo.
El discurso de la Armada estuvo a cargo del comandante de la Sub Base Naval Isla Dawson, capitán de Corbeta Luis Gómez, quien destacó que se ha avanzado un largo camino para lograr que el país y la institución garanticen las más plena libertad religiosa e igualdad de cultos.
Además señaló que “toda la población de la Isla ayudó de una u otra manera a levantar este lugar, y como hace muy poco se celebró el día de las Iglesias Evangélicas, que mejor regalo que inaugurar este lugar que reunirá a la comunidad evangélica perteneciente a esta repartición.”
La creación de esta capilla se enmarca en los “30 Compromisos hacia el Mundo Cristiano Evangélico”, documento que suscribió el Presidente Sebastián Piñera para dar la seguridad de que durante su mandato ningún cristiano evangélico se sentirá discriminado por su fe.
Cabe mencionar que después del golpe de estado, esta isla fue utilizada como campo de concentración de prisioneros políticos, llegando a albergar cerca de 400 personas sentenciados a trabajos forzados.
Constituyó además uno de los lugares más emblemáticos de la represión ejercida por la Dictadura.