El jefe del gobierno italiano, Mario Monti, sugirió este martes que deberían suspenderse las competiciones futbolísticas en ese país durante dos o tres años por el escándalo de partidos amañados que sacude al fútbol transalpino.

“No estoy formulando una propuesta y menos aún (en nombre) del gobierno, pero es algo que a veces deseo como persona que ha amado el fútbol durante muchos años”, dijo Monti tras una reunión con su homólogo polaco, Donald Tusk.

“Tal vez fuese beneficioso para la ciudadanía una suspensión total de este deporte durante dos o tres años”, declaró.

“Es particularmente triste cuando un mundo como el deporte, que debe expresar valores positivos, es culpable de los más reprobables, como la traición, la ilegalidad y el engaño”, criticó.

El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete, respondió a la propuesta de Monti asegurando que sería una medida injusta y que se castigaría a muchas personas inocentes.

“Estoy totalmente de acuerdo en que no debería haber ninguna benevolencia para los que engañaron, pero la suspensión de la liga castigaría a todo el fútbol”, dijo.

“Sería penalizar a aquellos que trabajan honestamente, la mayoría de nuestro sistema, con la pérdida de miles de puestos de trabajo”, agregó.

“El fútbol es parte de la sociedad civil y no es peor que la sociedad. No es mejor, pero tampoco es peor”, trató de justificar.

Diecinueve personas, entre ellas el capitán de la Lazio Stefano Mauri, fueron detenidas el lunes por un caso de partidos amañados bautizado con el nombre de ‘Calcioscommesse’.