El fotógrafo lituano Tadas Černiauskas reunió a varias personas para realizar una particular sesión de fotos.

El artista visual no quiso sacar la mejor cara de sus modelos, sino que capturó cómo sus rostros se deformaban al tener un chorro de aire pegándoles encima.

Lo cierto es que los resultados son un poco cómicos, pero también algo aterradores.

“Esta colección de imágenes no tiene ningún significado oculto, sólo está destinada a provocar risa a los espectadores y participantes”, señaló el fotográfo al diario Huffington Post, agregando que “resultó ser mejor de lo que esperaba y es por eso que me gusta lo que hago hoy en día. Cada día está lleno de sorpresas agradables”.

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