Un descarnado análisis de la actual situación que vive nuestro país publicó este jueves la prestigiosa revista británica The Economist, explorando el creciente descontento social manifestado tras las protestas de los estudiantes y Aysén, para concluir con fuertes críticas a la conducción política, tanto oficialista como de oposición.

El medio destaca el cambio vivido por Chile en los últimos años, otrora reconocido por su “rápido crecimiento, progreso social, estabilidad política e instituciones relativamente robustas”. “Ahora los líderes políticos chilenos se preguntan si está viviendo una rebelión popular contra ‘el modelo’”, explica el medio, en referencia a la economía de libre mercado heredada desde la Dictadura y mantenida por los gobiernos de la Concertación.

The Economist pone en relevancia la fuerte caída en popularidad del presidente Piñera, quien se desplomó desde el 63% de aprobación que registró tras el rescate de los 33 mineros en 2010, hasta un mero 29% tras los últimos incidentes registrados en Aysén.

“Parte del problema es que el señor Piñera ha demostrado ser un político inepto, una idea que no es sólo de la oposición“, señala la revista. “El Gobierno fue lento en responder a las protestas de los estudiantes. El Presidente vaciló entre hablar golpeado y hacer concesiones, quitándole autoridad a sus ministros en el proceso. La última baja fue el Ministro de Energía, quien renunció tras un impase en las negociaciones por las protestas en Aysén. Al público le molesta la arrogancia de Piñera”, indica.

“(Piñera) ha convenido a los chilenos de que es muy inteligente, pero no de que tiene corazón”, señaló a la revista Arturo Fontaine, del Centro de Estudios Públicos.

Sin embargo, The Economist también se detiene a observar la bajísima aprobación que concita la coalición opositora, con sólo un 21% de adherentes. De hecho la considera eclipsada por el liderazgo de Camila Vallejo, quien llevó al Partido Comunista a su punto de mayor influencia en la vida nacional tras “20 años de irrelevancia política”.

Fuera de las conducciones, el artículo revisa las fuertes desigualdades sociales que han friccionado a Chile, así como la falta de normativas que impidan los recientes casos de colusión y fraudes de grandes empresas, como el caso Farmacias o el escándalo de La Polar.

En relación a este primer tema, el medio destaca que “La distribución de los ingresos en Chile es la más desigual de la OECD, un grupo de 31 países mayoritariamente ricos al que se unió en 2010″, agregando que los impuestos poco hacen para revertir esta situación. “El sistema educacional se ha visto encerrado en una desigualdad social en vez de quebrarla”, añadió.

Respecto al tema de las colusiones, el diario es aún más crítico: “La economía chilena se ve ‘acribillada’ por los oligopolios. Por ejemplo, sólo 3 cadenas de farmacias controlan el 90% del mercado” señaló, al tiempo en que recordó que en enero las autoridades determinaron que éstas se coludieron para aumentar en cerca de un 50% el precio de más de 200 medicamentos.

Por último, The Economist dejó a los lectores una reflexión de cara a las elecciones del próximo año: “El debate sobre el gasto público dominará las elecciones presidenciales de 2013. Pero, aún más importante, serán las reformas para promover la competencia e incrementar la productividad”.