El técnico de la selección de Brasil, Mano Menezes prefirió pagar una multa cercana a los 525 dólares para evitar la prueba de alcoholemia a la cual debía ser sometido tras un control rutinario de la policía en momentos que conducía su vehículo.

Según informaron fuentes oficiales, dicho control debía realizarse en un retén instalado por la guardia civil en una calle de Río de Janeiro cercana a la sede del club Flamengo a la medianoche del martes, pero el DT prefirió recibir una multa de 957,70 reales (unos 525 dólares) que hacer un control que mediría el contenido de alcohol en su aliento, según la secretaría de Gobierno del estado de Río de Janeiro.

Pero eso no fue todo, ya que adiestrador carioca tuvo que esperar en el cuartel policial a que su esposa fuera a casa en busca de la licencia de conducir, ya que no la portaba al momento del control, tras lo cual se pudo retirar con su vehículo.

La legislación brasileña impide que los conductores manejen bajo los efectos del alcohol, pero no hay manera de obligar al conductor a someterse a las pruebas de los policías para saber el estado del chofer.