Miles de personas manifestaron este viernes en calma en la plaza Tahrir de El Cairo para denunciar al poder militar luego de la violencia, en particular contra las mujeres, de la última semana que terminó con 17 muertos.
Al mismo tiempo una contramanifestación de los partidarios del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que dirige Egipto desde la caída en febrero del presidente Hosni Mubarak, reunió a miles de personas en el barrio Abasiya, a pocos kilómetros de la emblemática plaza.
Los militantes que denuncian el poder de los militares habían llamado a manifestar el viernes bajo el eslogan “Viernes de la restauración del honor”, para reclamar acciones judiciales contra los responsables de la violencia.
Miles de manifestantes también desfilaron en Alejandría (norte) y Suez (norte) para pedir a los militares que entreguen el poder a los civiles.
“Las mujeres son una línea roja”, gritaban los manifestantes en la plaza Tahrir mientras que otros lanzaban eslóganes contra el mariscal Husein Tantaui, jefe del CSFA.
El jeque Hisham Atiya, imán que dirigió el rezo de la tarde en la plaza, pidió por la instauración de una comisión independiente para investigar la violencia y que se inicien acciones legales contra los responsables.
“Si piensan que pegar a las mujeres hará callar a los manifestantes, se equivocan”, dijo por su parte Mona Ahmed, una manifestante.
Como en las otras concentraciones, los manifestantes exigieron también el fin del poder militar, apuntando en particular al mariscal Tantaui.
“El consejo militar es una prolongación del antiguo régimen, tiene la misma mentalidad y recurre a las mismas prácticas”, declaró a la AFP Mohamed Farrag, un manifestante de 31 años.
A fines de noviembre el mariscal Tantaui anunció la organización de elecciones presidenciales a mediados de 2012, una etapa que debe marcar el abandono del ejército del poder ejecutivo, pero son numerosos los que temen que el ejército se aferre al poder.
En el barrio de Abasiya los manifestantes mostraban fotos de los principales generales así como banderas egipcias. Pedían aquí “la caída de Tahrir”, emblemático epicentro de las manifestaciones antes y después de la caída de Mubarak.
“Estoy aquí para salvar a Egipto de lo que pasa en Tahrir”, indicó Ahmed Fathi, haciendo el eco del sentimiento de numerosos otros manifestantes que creen que las protestas contra el ejército son un obstáculo a la estabilidad.
“Los que están en Tahrir no representan a todo Egipto”, dijo.
Hace una semana estallaron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que acampaban desde fines de noviembre delante de la sede del gobierno para protestar contra el nuevo primer ministro escogido por el ejército, Kamal al Ganzuri, que ya ocupó ese cargo durante el régimen de Mubarak.
Los enfrentamientos, que duraron hasta el martes, dejaron 17 muertos. Se trató de los disturbios más graves desde los enfrentamientos similares que dejaron al menos 42 muertos, principalmente en El Cairo, unos días antes del comienzo de las elecciones legislativas del 28 de noviembre.