El gigante público ruso Rosneft se convirtió en el primer productor mundial de petróleo delante del estadounidense ExxonMobil, siete años después de haber participado en el despiece de su ex competidor Yukos, propiedad del magnate encarcelado Mijail Jodorkovski, informó este jueves el periódico Vedemosti.

En los nueve primeros meses de 2011, el grupo ruso produjo 88,6 millones de toneladas de petróleo, o 2,37 millones de barriles por día, contra 87 millones de toneladas, o 2,33 millones de barriles por día para ExxonMobil, hasta ahora considerado como número uno mundial de la energía, subraya el periódico.

Rosneft vio su producción aumentar de 2,9% con respecto al mismo periodo un año antes, en especial por el alza de la producción de los yacimientos de Yuganskneftegaz, ex filial de Yukos.

“En los últimos cinco años, la producción en los yacimientos de Yuganskneftegaz aumentó casi 30%”, explica Vedemosti.

El grupo ruso, que los analistas describen como el brazo armado del Kremlin en su reconquista de una industria estratégica ampliamente privatizada en los años 90, compró este activo en 2004 por 9.350 millones de dólares, una suma juzgada entonces como muy baja.

Esta compra se hizo pocos meses después de que Jodorkovski, carismático dueño de Yukos, fuera inculpado por estafa a gran escala y evasión fiscal.

Su arresto en 2003 fue interpretado por numerosos observadores como un ajuste de cuentas organizado por Vladimir Putin, actual primer ministro y entonces presidente ruso.

Rosneft compró luego por unos 20.000 millones de dólares otros activos de Yukos en subastas controvertidas organizadas por el Estado, compras que catapultaron a este pequeño operador al primer lugar en Rusia.

Jodorkovski, condenado en 2010 en un segundo juicio por robo de petróleo y lavado de dinero, purga una pena de 13 años de prisión.

Este miércoles un consejo consultivo para el Kremlin presentó un informe en el que recomienda la anulación de su condena de 2010 evocando un posible “error judicial”.