Las fuerzas de seguridad yemeníes mataron el domingo a 26 personas e hirieron además a varios centenares que reclamaban, en una manifestación en Saná, la dimisión del presidente Ali Abdalá Saleh, informaron fuentes médicas.

“Veintiséis personas murieron esta noche”, declaró a la AFP Tarek Nooman, jefe de un hospital de campaña instalado en la “Plaza del cambio” del centro de Saná, donde algunos militantes acampan desde febrero para reclamar la renuncia de Saleh, añadió la fuente.

Las fuerzas de seguridad abrieron fuego para dispersar a decenas de miles de manifestantes congregados en el centro de Saná. Estas fuerzas utilizaron balas reales, cañones de agua y gases lacrimógenos.

Según la fuente médica, 36 de los heridos se hallan en estado crítico.

En el poder desde 1978, el presidente Saleh se enfrenta desde enero a un movimiento de contestación que causó cientos de muertos.

En convalecencia en Riad, donde fue hospitalizado el 4 de junio al día siguiente de que su palacio fuera atacado en Saná, Saleh ordenó esta semana a su vicepresidente que negocie con la oposición un traspaso del poder.

Hasta ahora se había negado a firmar un plan propuesto por las monarquías del Golfo pese a fuertes presiones internacionales.