La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) autorizó el regreso del público visitante a los torneos de ascenso tras cuatro años de suspensión, medida que se había adoptado para frenar la violencia en el deporte luego de la muerte de un hincha en 2007, informó la institución.

“Para mi esta es una buena noticia (la del levantamiento de la prohibición), yo siempre quise que entraran los visitantes”, dijo el titular de la AFA, Julio Grondona al confirmar la decisión.

La medida, que comenzará a aplicarse en forma inmediata, beneficia entre otros a River Plate, uno de los clubes más populares de Argentina y descendido por primera vez en su centenaria historia a la Primera B Nacional.

“Que esté River en la divisional cambió todo. Creo que la divisional se tiene que adaptar a River y no River a la divisional”, admitió Grondona.

La prohibición regía desde hace cuatro años, cuando el 31 de julio de 2007 un enfrentamiento entre simpatizantes de Tigre y Nueva Chicago tras un partido por la repesca terminó con el asesinato de un joven.

La aplicación de la medida en la provincia de Buenos Aires está sujeta aún a la aprobación del ministerio de Seguridad bonaerense y del CoProSede, el organismo de seguridad para eventos deportivos.

El límite a la cantidad de público visitante en los partidos deberá ser acordado en cada caso particular por el club que tenga la localía con los organismos de seguridad, según lo dispuesto por la AFA.

La violencia en torno al fútbol en Argentina ya se cobró 256 vidas desde que en 1924 se produjo la primera víctima mortal en este deporte, según estadísticas de la organización no gubernamental Salvemos al Fútbol.

El último episodio de violencia se produjo en junio pasado cuando River empató ante Belgrano de Córdoba, resultado que selló su descenso a la segunda división y desató la furia de miles de simpatizantes que destrozaron las instalaciones del club y vehículos estacionados en los alrededores.

Por los graves incidentes la AFA le aplicó cinco fechas de suspensión al estadio de River, medida que debe aplicarse desde el próximo fin de semana y que el club intenta frenar con un recurso de amparo.