El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró el martes que reconoce el gobierno de Muamar Gadafi en Libia, en tanto Nicaragua no descarta ofrecerle asilo, mientras que el Consejo Nacional de Transición de los rebeldes solamente fue reconocido hasta ahora en América Latina por Colombia y Panamá.

“Reconocemos un solo gobierno, el que dirige Muamar Gadafi. Ratificamos nuestra solidaridad con el pueblo libio, hermano agredido y bombardeado”, dijo Chávez este martes, justo cuando los rebeldes tomaban en Trípoli el cuartel general de Gadafi, cuyo paradero se desconoce.

Poco después, Nicaragua afirmó, aunque sin mencionar explícitamente a Gadafi, que consideraría “positivamente” un pedido de asilo, según Bayardo Arce, asesor del presidente Daniel Ortega, quien ha declarado su “lealtad” y apoyo al líder libio, al que considera su “amigo” y “hermano”.

Ecuador condenó el martes por boca de su canciller Ricardo Patiño las operaciones de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en Libia, que calificó de “clara invasión y una afectación a la autodeterminación del pueblo libio”.

“Ahora se van a tomar el petróleo como era de suponerse, como lo hicieron en Irak”, aseveró tras afirmar que la OTAN “ha ido mucho más allá de las autorizaciones que le dio” la ONU.

Los gobiernos de Rafael Correa y Gadafi tuvieron un acercamiento en los últimos años, aunque los países no mantienen relaciones diplomáticas formales.

Colombia reconoció al CNT el lunes, cuando los rebeldes avanzaban sobre Trípoli. “He dado instrucciones a la cancillería para que reconozca oficialmente al Consejo Nacional de Transición”, dijo el presidente Juan Manuel Santos.

Con un escaño temporal en el Consejo de Seguridad de la ONU, Colombia había votado a favor de las primeras sanciones a Libia y la posterior intervención.

Panamá fue el primer país latinoamericano en reconocer a los rebeldes en junio pasado.

México, que se mantuvo en silencio en estos últimos días, había aprobado la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de crear una zona de exclusión aérea en Libia.

Otros países de América Latina han sido críticos con la intervención de la OTAN, como Cuba, Nicaragua, Argentina, Uruguay y Brasil, pero en estos últimos días no se han pronunciado.

Brasil, con un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, había votado a favor de las sanciones a Libia, pero no al uso de la fuerza externa.

Si bien se ha mantenido en silencio sobre un eventual reconocimiento a los rebeldes, Brasil aceptó haber mantenido contacto con sus dirigentes para asegurarse de que sus abultados contratos en Libia serán honrados.

“Brasil, como otros actores con presencia (de empresas) en Libia (…) hemos mantenido contactos con representantes de los rebeldes” que indicaron “que hay un aprecio por la contribución (de las empresas brasileñas) y que los contratos serán honrados”, explicó el canciller Antonio Patriota a periodistas.

En sus declaraciones de este martes, Chávez calificó como “un descaro completo” lo que ocurre en Libia. “Sin duda que estamos al frente de la locura imperial. Lo saquean y le quitan las reservas internacionales y el petróleo”, aseveró.

“Ya (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama dijo que colaborarán económicamente con el nuevo gobierno, que nosotros por supuesto no reconocemos”, criticó el mandatario venezolano, un estrecho aliado de Gadafi.

Chávez aseveró además que las acciones de la OTAN en Libia equivalen a “echar por la borda, patear, escupir y desconocer los más elementales principios del derecho internacional”.

El presidente venezolano mantuvo su apoyo público a Gadafi desde el inicio de la revuelta en Libia hace seis meses. En febrero lanzó una propuesta de plan de paz y ha intercambiado cartas en las últimas semanas con el líder libio.

Chávez considera a Gadafi como un amigo y le ha visitado en Libia en cinco ocasiones, la primera de éstas en 2001 y la más reciente en 2010, un año después de que Gadafi participó en Venezuela en una cumbre América del Sur-Africa.

El presidente venezolano ha insistido en que la revuelta en Libia ha sido promovida por Estados Unidos y sus aliados europeos para adueñarse de las reservas petroleras libias, las más importantes de Africa, y este martes dio a entender que podría haber un objetivo similar hacia Venezuela, el más importante productor de crudo de Sudamérica.

Algunos “dicen Chávez igual a Gadafi, y Venezuela igual a Libia. Se van a quedar con las ganas, esa fórmula aquí no les funcionó ni les funcionará, para nada, ni al imperio gringo, ni a sus lacayos, ni a nadie”, enfatizó.

“Nos encargaremos de recordárselo, si es que pretenden aplicarle a Venezuela la fórmula libia que allá funcionó, al menos aparentemente. Llevaron a ese país a una guerra civil”, concluyó.