La iglesia católica de Costa Rica emprendió una campaña para denunciar la fecundación “in vitro” como un “homicidio”, en momentos en que el país afronta una posible demanda ante la Corte Internacional de Derechos Humanos por prohibir la aplicación de esa técnica.

Varias radioemisoras, entre ellas Fides y La Negrita -ambas propiedad de la iglesia católica-, difunden desde hace varios días anuncios en los que descalifican este tipo de reproducción asistida.

En uno de ellos se escucha la voz de una niña que dice: “Hola, soy Sofi, la tercera de tres hermanitos, y aunque mis papitos me amen con todo su corazón, sé que para venir al mundo mis otros siete hermanitos murieron en un laboratorio”.

Luego, la voz de un locutor concluye: “¿Quién tiene decho a decidir sobre la vida de los otros? La fecundación in vitro atenta contra la vida”.

La semana pasada, médicos opuestos al procedimiento impartieron una charla organizada por la iglesia a maestros que imparten religión en escuelas y colegios, para que puedan orientar a sus estudiantes sobre el tema con argumentos científicos.

En esa charla, el médico obstetra Hernán Collado aseguró que la fecundación in vitro supera la historia de Frankenstein, de la novelsita Mary Shelley, según relató un periodista invitado al encuentro.

El gobierno costarricense se debate en un dilema, al estar sometido a las presiones de la influyente iglesia católica, por un lado, y por otro a las amenazas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que le ha dado plazo hasta el 31 de julio para aprobar una ley que levante la prohibición de la fecundación in vitro.

De no cumplirse con este requisito, el país podría afrontar un proceso ante la CIDH, un ente adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA) que precisamente tiene su asiento en San José.

El tema fue también motivo de controversia en el Congreso, donde el 15 de junio un proyecto para regular la fecundación in vitro fue rechazado por mínimo margen (26 votos en contra, 25 a favor).