Egipto reabrió este sábado de forma permanente su frontera con la franja de Gaza, para aliviar el bloqueo impuesto por Israel al enclave controlado por los islamistas de Hamas.

“Lo esperaba desde hace años”, afirmó, feliz, Samah al Rawagh, de 25 años, uno de los 200 palestinos que hacia el mediodía habían cruzado a Egipto por el terminal de Rafah, abierto de forma permanente por primera vez en cuatro años.

La reapertura del paso fronterizo de Rafah, el único del enclave palestino que no controla Israel, fue saludada por los palestinos pero criticada por el Estado hebreo.

Tras la apertura del paso por la mañana, un autobús con cincuenta personas y dos ambulancias que transportaban a enfermos cruzaron en dirección a Egipto, constató un corresponsal de la AFP.

El ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Nabil al Arabi, anunció a fines de abril que la frontera se abriría de forma permanente para aliviar el bloqueo impuesto por Israel a Gaza. El miércoles, la agencia oficial egipcia MENA precisó la operación.

El paso fronterizo se abrirá todos los días de las 09H00 a las 17H00 locales, con la excepción de los viernes y los días feriados. La medida concierne la circulación de personas, pero no de bienes o mercancías, según una fuente de la seguridad egipcia.

Las mujeres palestinas de cualquier edad estarán exentas de visado, al igual que los hombres de menos de 18 años o de más de 40. La exención se aplica también a los palestinos que quieran estudiar en Egipto, siempre y cuando puedan demostrar que han sido admitidos en una universidad.

Los hombres de entre 18 y 40 años necesitarán una autorización de los servicios de seguridad egipcios.

Esta es la primera vez desde hace más de un siglo que grupos enteros de palestinos de la franja de Gaza puede viajar a Egipto sin permiso.

Para Ghazi Hamad, un responsable palestino del comité de contacto con Egipto presente en la reapertura de Rafah, “la decisión egipcia es fruto del cambio en Egipto y de la reconciliación palestina, que suscitará una gran alegría entre los palestinos tras años duros de bloqueo”.

Según él “no hay que preocuparse por ningún tráfico ni actos ilegales a través de la frontera, que no son más que pretextos israelíes para sembrar el pánico”.

Un funcionario egipcio, del otro lado de la frontera, explicó que las autoridades trabajan “para ayudar a nuestros hermanos palestinos”.

Según la radio pública israelí, cerca de mil personas cruzarán a diario el paso fronterizo de Rafah en los dos sentidos.

Egipto anunció la reapertura dos días después de propiciar, a fines de abril, un acuerdo de reconciliación entre las dos grandes facciones enemigas palestinas, el Hamas islamista, al poder en la franja de Gaza, y el Fatah laico del presidente Mahmud Abas, fuerte en Cisjordania.

Desde que el 11 de febrero pasado el presidente egipcio Hosni Mubarak abandonó el poder presionado por una revuelta, las nuevas autoridades aligeraron el control en el paso de Rafah, que hasta ese momento sólo se abría excepcionalmente unos días al mes, por motivos humanitarios.

El depuesto régimen de Mubarak era acusado regularmente de complicidad con el bloqueo israelí, por negarse a mantener abierto el paso fronterizo. El gobierno del ex presidente justificaba la decisión invocando la lucha contra el tráfico de armas y drogas.

En respuesta se cavaron numerosos túneles bajo la frontera entre Gaza y Egipto, para hacer pasar todo tipo de mercancías, incluidas armas.

El bloqueo, impuesto en junio de 2006 tras el secuestro de un soldado israelí, todavía cautivo, fue reforzado después de que Hamas tomó el control de Gaza por las armas en junio de 2007.

Israel lo alivió el año pasado obligado por una fuerte presión internacional, pero mantiene un estricto bloqueo marítimo y la prohibición de exportar productos.