A mi espaldas, en el 3º piso del lujoso Hotel Castillo y termas de Monte Real se escucha “Aventura”, el grupo que recién explotó en Viña 2011 pero que entre los futbolistas es un “must” hace mucho rato.

También se escuchan bromas, risas y gritos de “peluseo”. Al fin y al cabo estos profesionales, en algunos casos, casi millonarios para su nivel socioeconómico de origen, son niños- jóvenes dedicados al deporte que mueve multitudes. Lo cuento no como cahuín, ni “chimento” como les gusta nombrar esa acción a algunos colegas. Lo digo para revelar que, luego de muchos años, estamos acompañando a la selección alojando en el mismo hotel. No lo hacemos ni para revelar cosas que no tengan que ver con lo futbolístico, ni menos para fiscalizar. Quienes somos nosotros, en general, para hacerlo.

Estamos cerca del proceso para llevar los detalles que importan y que van marcando el desarrollo de un acontecimiento como este. Hubo cambio de técnico. Para algunos, el paso de un entrenador que fue exitoso más allá de los resultados, por un cambio en la mentalidad y forma de encarar los partidos “aquí y en la quebrada del ají”, a otro que ha logrado posicionarse en la jefatura con una trayectoria tal vez más potente que el anterior si nos remitimos a historial y resultados.

Bielsa llegó a la Roja con títulos en Newells a nivel local y sudamericano y unos Juegos Olímpicos con su selección. Borghi, arriba siendo un ex jugador campeón del mundo que militó en el Milan y que ha sido 5 veces campeón con Colo Colo y una con Argentinos Juniors hasta alcanzar la banca del popular Boca Juniors.

En lo periodístico, debo decir que el trabajo ha sido un agrado. No porque haya relajo. Porque hay profesionalismo. No costaba nada enviar itinerarios y reglas para la buena comunidad. Curioso que antes bajo el mandato del eficiente, prolijo, exioso y periodista Harold Mayne-Nicholls, esto no haya ocurrido con esa claridad.

Desaparecieron los huinchas, los monos austriacos, la división en tres áreas, los pinchos, la rigidez, el control exgerado, pero, permítanme decirlo, porque llevo 4 años siguiendo a nuestra Roja, se puso fin a la era del miedo, del terror. Ese siempre fue el punto negro del exitoso pasado. Profesionales que no podían ni se atrevían a relacionarse o informar, jugadores y doctores asustados, por no perder su espacio en el grupo. Diré lo que pocos se atreven a reconocer. Creo que una segunda parte del exitoso proceso del “Loco” nos habría dejado ídem a todos y no habría terminado bien. Varios jugadores y ex colaboradores saben bien de lo que hablo. Las cosas pasan por algo.

El tiempo dirá si todo que parece relajado, pero que ha traído alegría y le ha devuelto un poco la diversión a jugar fútbol en el equipo, rinde frutos.

Borghi era mi único candidato, por cuestión de tiempo, talento y fiato. Verlo trabajar acá (si, porque a eso se ha dedicado aunque le duela a quienes pensaban que vendría a hacer asados) ha sido tan gratificante, como cuando nos impresionamos también con el rosarino que todo lo calculaba y que, en su palabras en Corea, me respondió “mi misión es maximizar a la mínima expresión, la posibilidad del error”.

Creo que Claudio Borghi le devolverá a este grupo de jugadores, algo que tal vez se había perdido, el placer de simplemente jugar al fútbol. Porque esto, al final del día, es un juego ¿o no?

A no adelantar juicios, ni establecer falsas comparaciones. Lamentable haber perdido la dedicación y el puntilloso trabajo de Bielsa, pero bienvenida la magia de un tipo sencillo que, importante, no se cree dios, ni aparece situándose sobre los demás o cualquier institucionalidad.

El llevar los carros con bolsos, el saludar a la entrada del hotel como forma de educación, el no molestarse por las cámaras y micrófonos, el trabajar con balón la preparación física o hacerle cariño a sus jugadores, no deben tener valoración a priori. Simplemente es el sello del nuevo técnico de la Roja, que, ahora sí, parece ser de todos. Para bien o para mal. Terminada Copa América habrá espacio para calificaciones profundas.

Eugenio Salinas

Eugenio Salinas

Eugenio Salinas es periodista deportivo de ksp.cl y ESPN Radio Bío-Bío Deportes.