Una paciente del Hospital Félix Bulnes denunció una negligencia médica que le agravó una distonía que la obligó a jubilar a los 47 años y que empeoró gravemente su calidad de vida.

Problemas para hablar, comer y reiteradas caídas sufre Patricia Corvalán, una mujer de 47 años que padece una distonía generalizada que se le desencadenó por el consumo de un antisicótico que se le recetó para enfrentar una depresión.

A pesar de que la enfermedad no tiene cura, sí existe un tratamiento de seis millones de pesos anuales, que sirve para paliar los efectos de este mal, que tienen relación principalmente con una contracción muscular severa.

Medicamentos que a juicio de Corvalán debería financiar el Hospital Félix Bulnes, donde a pesar de que presentó estos síntomas se le siguió dando el remedio que los causaba.

Petición que respalda la diputada del Partido Por la Democracia, Cristina Girardi, quien aseguró que esta mujer tuvo que jubilar y recibe 190 mil pesos mensuales, que no le alcanzan para comprar los medicamentos que reducen el dolor.

Situación que también ha afectado a su familia, ya que su marido debe trabajar en dos jornadas para conseguir el dinero suficiente.