La presidenta argentina, Cristina Fernández, reaparece este martes ante sus partidarios movilizados en un acto en Córdoba (centro), frente al nuevo ciclo político que se abre tras la muerte de su esposo, el ex mandatario y líder peronista Néstor Kirchner.

Fernández

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La jefa de Estado prevé asistir a la presentación de un nuevo modelo de la firma Peugeot en su planta de la periferia de la ciudad de Córdoba, a unos 700 Km al noroeste, donde funciona un fuerte polo industrial que se convierte en una manifestación de respaldo de la clase obrera sindicalizada, tradicional baluarte peronista.

La primera aparición de Fernández desde la muerte por infarto de su esposo el miércoles pasado y después del multitudinario funeral, ocurrió el lunes por TV con un mensaje para agradecer, al borde del llanto, las muestras de dolor y respaldo de centenares de miles de personas.

Para este este martes se esperan además las primeras definiciones políticas de la Presidenta, cuando falta un año para las presidenciales de 2011, mientras se articula una nueva fase del gobierno peronista-kirchnerista.

Una ratificación de que se mantendrá la orientación oficial, pese a perder al hombre fuerte de la política del país por una crisis cardíaca, la pronunció el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al indicar que la central obrera CGT es la columna vertebral del Gobierno.

“No representa al Gobierno, pero por definición estratégico-política de Juan Perón (fundador del partido y tres veces presidente), siempre los peronistas hemos definido que la columna vertebral es el movimiento obrero organizado”, dijo Fernández a radio 10.

La peronista Confederación General del Trabajo (CGT), con casi siete millones de trabajadores adheridos, es el principal sostén que le queda a Fernández después de la fuga de líderes peronistas disidentes tras la huelga de la patronales agrícolas que paralizó al país en 2008.

Entre las medidas impulsadas por Kirchner que Fernández reafirmó para el futuro figuran “la democratización de los medios, la necesidad de sostener esta economía heterodoxa, el crecimiento de acumulación de reservas (monetarias) y el aumento de la recaudación fiscal”.

El jefe de Gabinete también mencionó “el respeto por la palabra empeñada en derechos humanos”, desde que los Kirchner impulsaron la anulación de las leyes de amnistía, hasta reabrir el juzgamiento de centenares de jerarcas militares acusados de crímenes en la última dictadura (1976-1983).

Otra reafirmación del rumbo económico la dio el ministro de Economía, Amado Boudou, al señalar el martes que Argentina refinanciará su deuda impaga con el Club de París, pero jamás lo hará con la intermediación del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Es uno de los temas (la renegociación) que queremos solucionar, pero nunca lo vamos a hacer con el Fondo Monetario en el medio, ni en términos que no sean los adecuados para la Argentina”, dijo Boudou en rueda de prensa.

El Club de París, integrado por potencias prestamistas, entre ellas Estados Unidos, Alemania y Japón, ha señalado que la única manera de refinanciar con Argentina una deuda por unos 7.500 millones de dólares es que el gobierno se someta a dictámenes del FMI.

Entre las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa, Argentina reestructuró casi el 95% de la deuda pública en mora y canceló en un sólo pago en 2006 su compromiso con el FMI.