En el Mes del Corazón, el cardiólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, doctor Juan Carlos Prieto recomendó que las personas sanas debieran realizar la primera visita con el especialista a partir de los 40 años.

Foto: Blog Cardioalainlogia

Foto: Blog Cardioalainlogia

Sin embargo, dijo que hay que acudir antes de esa edad, si padece factores de riesgo coronario como hipertensión arterial o hipercolesterolemia de difícil control, si tiene historia familiar de enfermedad cardiaca manifestada a temprana edad o historia de muerte súbita en sus familiares.

También de concurrir al especialista si presenta síntomas sugerentes de cardiopatía isquémica o insuficiencia cardiaca, si fuma, si tiene obesidad y si es diabético.

“Esta visita inicial de carácter básicamente preventivo permitirá saber en qué situación se encuentra la persona. Hoy en día, un problema cardiovascular no impide hacer una vida casi normal, incluso después de un infarto. La longevidad y la calidad de vida han mejorado considerablemente gracias a la prevención”, expresó el facultativo.

“Por ello, no es aconsejable llegar a los 60 años sin haber consultado jamás a un cardiólogo”, dijo.

Explicó que el corazón es una bomba orgánica. Progresivamente va perdiendo células musculares y parte de su flexibilidad y capacidad para contraerse. Por ello es fundamental ver caso a caso, porque la evolución no sigue el mismo ritmo en todas las personas. Depende de factores genéticos, del tipo de vida que se lleve. Si se trata de fumadores, diabéticos, hipertensos, por ejemplo, todos los procesos aparecen antes y avanzan a más velocidad.

“Hay señales sin embargo que envían también directo a la consulta: Si al subir dos o tres pisos a pie debe pararse a tomar aliento, siente fatiga sin ningún motivo particular, de improviso le duele el pecho con gran intensidad o se le acelera el ritmo del corazón, podría estar ante un problema serio y amerita consultar”, expresó el médico.

“Si hay dolores en los brazos pueden ser múltiples causas, lo importante es si existe dolor en el pecho opresivo, con falta de aire (disnea), con sudoración y evidente sensación de muerte, ahí estamos sin dudas frente a una urgencia cardiológica. De ahí viene una variedad de señales. Puede haber un dolor opresivo pero de corta duración, sólo segundos que puede corresponder a un dolor por tensión intestinal y que no se relaciona con el corazón y que muchas veces se presta para confusión, en el fondo siempre hay que evaluarlo”, dijo el doctor Juan Carlos Prieto.