La crisis económica y la carestía de los alimentos ha dificultado el acceso de las capas más vulnerables de la población latinoamericana a los mismos, lo que ha disparado el número de personas con desnutrición a 53 millones en la región, informó el martes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Según este organismo de la ONU, el escenario actual de la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe se caracteriza por una alta volatilidad de los precios de productos básicos, especialmente los alimenticios, lo que dificulta su acceso para los más pobres.

“Las crisis del alza de los precios de los alimentos y la desaceleración económica no han hecho otra cosa que agudizar el problema del acceso a la alimentación especialmente los niños, las mujeres y los indígenas”, dijo el Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva.

La inflación, el desempleo, la disminución de las remesas y los altos precios alimentarios ha reducido los ingresos reales de los segmentos más pobres de la población y han agravado sus dificultades de acceso a una alimentación adecuada, dice un documento de FAO que será discutido en Panamá a finales de abril en la 31ª Conferencia Regional de este organismo.