Desde siempre, los desórdenes alimentarios han sido parte de las civilizaciones. Sin embargo, con la llegada de la tecnología, los smartphones se han convertido en un nido para albergar numerosas aplicaciones que miden calorías, realizan dietas e indican información nutricional de algunos productos.

Imagen: ABC

El problema, según los nutricionistas, no está en aquellas personas que han utilizado estos medios de forma responsable y han logrado equilibrar su ingesta calórica sino en aquellos que hacen un mal uso de las aplicaciones.

De acuerdo a la ABC, la psicóloga clínica Lara Pence afirma que los tratamientos por desórdenes alimentarios en el Renfrew Center han aumentado considerablemente por culpa de estas aplicaciones.

“Creo que ellos están atándose la mentalidad de desórden alimentario de querer saber todo lo que pasa a través de sus cuerpos, y teniendo pensamientos obsesivos de conteo de calorías, medidas de peso y lo que se bota con el ejercicio”, dijo la experta.

Un claro ejemplo de este desorden lo representa la estudiante estadounidense Hannah Kula quien, durante 3 años, estuvo obsesionada con un aplicación que venía en su smartphone para contar calorías.

“Tenía una obsesión con el coteo de calorías, escribía todo lo que comía al día porque podía controlar cómo lucía mi cuerpo. Y eso es lo que quería, yo quería sentir ese poder”.

Pero pronto la aplicación tomó el control de la vida de Kula. Tras anotar en ella todo lo que tragaba, Hannah se vio envuelta todo el día en una herramienta que le hizo mucho daño.

Ahora, Hannah se preocupó de tomar las riendas de su alimentación y está inserta en un tratamiento en el Renfrew Center.

A fin de cuentas ¿de quién será la culpa? Muchas veces estas aplicaciones, por ejemplo ‘Ponerse a Dieta’, están a la mano del menú de muchos teléfonos celulares, lo que hace que la mayoría se tiente en utilizarlos.