La crisis energética que afecta a Ecuador desde hace mes y medio aún se mantiene sin visos de una pronta solución. Mientras el gobierno intenta controlar la situación, sectores empresariales anunciaron este lunes que las pérdidas para el país por los apagones llegan a US$1.000 millones.
Al decretar la emergencia eléctrica a inicios de noviembre, a causa del fuerte estiaje que soporta el país, el presidente ecuatoriano Rafael Correa había dicho que en 10 días la crisis estaría controlada, lo cual no sucedió.
Semanas después, el mandatario ofreció que los apagones concluirían antes de Navidad. Sin embargo, el sábado pasado el jefe de Estado señaló que los cortes de luz podrían extenderse hasta febrero.
“En el peor escenario estaríamos saliendo de los cortes el 12 de febrero, y en el mejor de los casos, el 15 de enero”, dijo Correa, quien volvió a culpar a los anteriores gobiernos de no hacer inversiones para mejorar el parque energético del país.
De acuerdo a las informaciones que entrega la BBC, el incumplimiento de los plazos anunciados por el gobierno para poner fin a los apagones en este año motivó al mandatario a pedir la renuncia al ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.