El árbol de pascua es el símbolo infaltable en la mayoría de los hogares chilenos en las fiestas navideñas, seguido de luces y adornos fuera de la casa. En tanto, la instalación del pesebre que es el ornamento que mejor refleja el sentido de la celebración, ocupa un lugar muy secundario, según un estudio realizado por el Centro de estudios Sociales y Opinión Pública (CESOP) de la U. Central.
Según la sicóloga de la U. Central Isabel Corbera “el árbol de pascua es uno de los símbolos más hermosos, pero no tiene ninguna relación con lo que se celebra, dado que surge a inicios de 1600 en Alemania como una forma de contrastar el frío propio de la época, expandiéndose luego a diversas latitudes El pesebre, por otra parte, que simboliza el nacimiento de Jesús y recrea ese momento no ocupa en nuestro país el lugar que amerita”.
Ciertamente, el desplazamiento del sentido original de la Navidad también se aprecia cuando el 61% considera que esta fiesta se disfruta más en la infancia, y sólo el 21% admite que en todas las edades.
El sondeo refleja además que en estas fechas, “no sólo lo decorativo se torna importante, sino que la conducta de la mayoría de las personas, mas allá de promover los valores y las intenciones de entregar “paz” y “amor”, está centrada en encontrar el obsequio perfecto para los seres queridos y en regalar “algo” a aquéllos con los que compartimos”.
“Desde esta mirada nos transformamos en consumidores, en donde adquirir para sí y para otros desata una travesía incansable por Malls y locales comerciales que en algunos casos desequilibra presupuestos y genera en muchas personas un importante grado de estrés. Con todo, el 80% declara que gasta hasta 50.000 pesos en su mejor regalo”, agrega el estudio.
Entre los regalos, a pesar de la inundación del mercado de productos tecnológicos, la bicicleta desafía las características de la época y el paso del tiempo y se mantiene como el obsequio que más se regala.