La canciller alemana, Angela Merkel, declaró “lamentar profundamente” las víctimas inocentes en Afganistán, a la vez que defendió ante el Parlamento a esta misión militar controvertida, a tres semanas de las elecciones generales en Alemania.
“Cada persona inocente que muere en Afganistán es una de más”, afirmó Merkel en una declaración solemne ante los diputados tras el ataque de la OTAN en el norte de Afganistán ordenado el viernes por el comando militar alemán en el lugar, que dejó un gran número de víctimas.
“Lamento profundamente todas las personas inocentes muertas o heridas, incluidas las que lo fueron por acciones de los alemanes”, añadió, a la vez que se negó a condenar el ataque a la espera de las conclusiones de una investigación oficial.
La OTAN reconoció el martes, precisamente durante el discurso de Merkel, que hubo civiles entre los muertos y los heridos, pero no reveló cuántos, en el bombardeo de dos camiones cisterna secuestrados por los talibanes, cerca de Kunduz.
La operación, que dejó entre 56 y 150 muertos, según diferentes fuentes, dio lugar en Alemania y en el mundo a declaraciones contradictorias sobre el número de víctimas, la presencia o no de civiles entre los muertos, y la pertinencia de la operación.
“Para mí, como para el gobierno, es esencial tener todos las aclaraciones”, afirmó la canciller, añadiendo que “no vamos a adornar nada, pero al mismo tiempo no aceptaremos juicios precipitados (…) sea aquí o en el extranjero”.
Los ministerios alemanes de Relaciones Exteriores y de Defensa deploraron el lunes la “falta de solidaridad” de algunos países europeos. El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, evocó un “grave error”.
El presidente afgano, Hamid Karzai, en una entrevista al diario francés Le Figaro, había calificado el ataque de “error de juicio”.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, rival de Merkel en las elecciones legislativas del 27 de septiembre, también declaró en el Parlamento “no entender que se hagan juicios precipitados antes de que acabe la investigación”.
“He llamado a varios ministros europeos de Relaciones Exteriores el pasado fin de semana para decirles que, al igual que nosotros, tienen que esperar antes de emitir juicios públicos”, indicó Steinmeier.
Merkel también recordó que de acuerdo con Francia y Gran Bretaña, Berlín deseaba organizar una conferencia de aquí a finales de año para debatir de qué manera el gobierno afgano puede asumir más responsabilidades.
“El objetivo es permitir a Afganistán a ocuparse sola de su seguridad”, afirmó.
“En los próximos cinco años (…) deben registrarse progresos substanciales y cualitativos para permitir a las tropas internacionales retirarse poco a poco”, añadió la canciller.
A menos de tres semanas de las elecciones y con los dos tercios de los alemanes a favor de la retirada de los 4.200 soldados alemanes desplegados en Afganistán, Merkel defendió que la intervención formaba parte de “el interés urgente de la seguridad de nuestro país”.
“Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 han sido organizados a partir de un Afganistán controlado por los talibanes”, añadió Merkel. “El terror vino de allí y no lo contrario”.
El ataque aéreo del viernes reavivó el debate sobre la implicación alemana en Afganistán y lo coloca como tema electoral.
Y aunque cuatro de cada cinco partidos representados en el Parlamente apoyan la misión militar alemana, el partido de la izquierda radical Die Linke aprovechó el debate para llamar a una nueva retirada militar de Afganistán.
(AFP).