China sustenta la mayor parte del crecimiento mundial con unas ventas al por menor en alza, un récord de préstamos bancarios y un mercado bursátil floreciente, pero los analistas se preguntan si esa recuperación económica es real.

El crecimiento mundial fue del 1,6% en el segundo trimestre de 2009 en relación al primero, pero según Barclays Capital, si se dejara de lado a China -cuyo Producto Interior Bruto (PIB) aumentó en un 14,6%-, el PIB del planeta se habría estancado e incluso habría disminuido ligeramente.

Sin embargo, los economistas consideran que China por sí sola no puede ser la locomotora del crecimiento mundial ni puede compensar la caída del consumo en Estados Unidos.

“China no puede ser la locomotora del crecimiento mundial”, declaró esta semana en Australia el economista estadounidense Nuriel Rubini, que ganó reputación mundial por haber vaticinado la actual crisis financiera.

Rubini prevé que el porcentaje de desempleo en Estados Unidos subirá al 11% este año, que el consumo seguirá débil y que la producción industrial continuará bajando. Según los expertos, China no es capaz de contrarrestar esta serie de inmensos desafíos.

La demanda estadounidense impulsó durante mucho tiempo al crecimiento chino. Pero ahora, y pese a sus 1.300 millones de habitantes, el gigante asiático no es capaz de tomar el relevo por sí solo.

El consumo de los hogares chinos representaba en 2008 un 15% del nivel estadounidense. Así, cada vez que el consumo norteamericano aumenta un 1%, el de los chinos debería aumentar un 6,5%, según T.J Bond, economista de Merrill Lynch en Hong Kong.

El consumo chino aumentó un 9,6% en 2008 pero Bond prevé que un crecimiento nulo durante los dos próximos años. (AFP)