Un nuevo estudio de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) halló que para una familia promedio es “severamente no alcanzable” adquirir una vivienda, pues debería destinar el 100% de los salarios por 7,6 años para pagarla, lo que equivale a un crédito de más 45 años si se quiere gastar un 25% del ingreso mensualmente para el dividendo.
Esta semana se reveló el Índice de Acceso a la Vivienda, análisis que fue presentado por la CChC y que determinó que adquirir una vivienda en el país se ha tornado en algo “inalcanzable”.
En Chile, el PIR promedio es de 7,6, lo que significa que una familia debe destinar íntegramente su salario por 7,6 años para el pago de una vivienda. Esto es equivalente a un crédito hipotecario de más de 45 años, tomando en cuenta que el dividendo no debería sobrepasar el 25% del ingreso familiar mensual. Por ello, adquirir una vivienda es considerado “severamente no alcanzable”.
Por su parte, Santiago tiene un PIR promedio de 7,4, en línea con grandes ciudades de países desarrollados, como Londres y Toronto.
Sin embargo, no se trata de una tendencia exclusiva para Santiago. Ciudades como Concepción y La Serena también presentan un PIR sobre 7, mientras en Temuco es de 8,8, severamente no alcanzable.
Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, aseguró que “el alza se ha ido intensificando con el tiempo, desde 2010 luego del terremoto” y agregó que actualmente los niveles de acceso a la vivienda son “críticos”.
De acuerdo a él, esto se debe a la implementación de “normativas de contención urbana y restricciones al crecimiento urbano que influyen directamente en el alza del precio de las viviendas”.
Para la CChC, “el aumento en el congelamiento en los permisos de edificación ha generado un alza del precio de los suelos destinados a la edificación”.
También detallaron que entre 2015 y 2017 aumentaron en 13% los requerimientos habitacionales en el país y creció un 35% las familias que se encuentran viviendo de allegadas. Además, en 2017 más de 40 mil familias vivían en campamentos a lo largo del país.
Entre sus propuestas, manifestaron que se debe contar con una “planificación urbana integrada y de largo plazo, que asegure la provisión de suelo urbano para mantener una adecuada oferta de viviendas”, y levantar una “nueva y potente política de arriendos en la que, por la magnitud del problema, participe el sector público y el privado”.
Avaricia empresarial
Pero el diputado del Frente Amplio y presidente de la comisión de Vivienda de la Cámara, Gonzalo Winter, no compartió parte del diagnóstico y las soluciones propuestas por la CChC.
“(Las causas de la crisis) son, una, las enormes ganancias que obtienen las inmobiliarias, que no son ni siquiera capaces de explicarse por el alza del suelo, ni por el alza de los materiales de construcción, etcétera; lo segundo es la concentración de muchos inmuebles en poquísimas manos, y la tercera es la especulación del sector bancario con los precios de los suelos”, afirmó Winter.
El legislador se manifestó en “desacuerdo que sea el exceso de regulación del sector inmobiliario o la escasez de suelo” el origen del problema.
“Los dueños de los departamentos son personas que tienen mucho dinero y que invierten en departamentos, 50, 60, 100. Entonces, cuando hay mucha acumulación de muchos departamentos en pocas manos, el hecho de que se construyan más viviendas no necesariamente impacta en el precio”, comentó.
“El problema es que las altas ganancias del sector inmobiliario están provocando que Chile vuelva a los campamentos”, fustigó.
Winter detalló que hay una serie de políticas públicas que se pueden realizar para revertir la situación, como que el Estado compre viviendas para arrendar y así forzar que las inmobiliarias bajen los precios al competir, o que los comités de vivienda se autogestionen, pero dijo que depende de que el Estado se decida a “ayudar a sus ciudadanos”.
Acciones del Gobierno
El director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Vicente Domínguez, pronosticó que la tendencia de alza del precio de las viviendas se va a agudizar.
“La propiedad ha sido el lugar donde las personas han volcado sus ahorros, entonces ha aumentado la demanda por el bien raíz, y ese aumento de demanda contra una oferta que se ha contraído, o que ha habido bastante dificultades para desarrollarla, ha producido un alza de precios”, afirmó Domínguez.
Ante este diagnóstico, el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, dijo que están “modificando los decretos para que las familias de ingresos medios puedan acceder a mayor posibilidad de adquirir viviendas, con mejor financiamiento, con mejores recursos para el otorgamiento de subsidios”.
“Al mismo tiempo estamos avanzando en acelerar los procesos de modificación de los planos reguladores, porque también creemos que es importante. Estamos avanzando fuertemente en la política de arriendo, para darles alternativas a las familias”, agregó.
