Decenas de miles de manifestantes sirios reclamaron por primera vez una protección internacional, frente a la represión ejercida por el régimen de Bashar el Asad.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las tropas sirias volvieron a disparar contra los manifestantes, matando a cuatro civiles: un adolescente de 15 años en Deir Ezor (noreste), uno en Homs (centro), uno en Idleb (noroeste) y un cuarto en Hama (centro).

Si la represión no cesa, el movimiento de contestación tampoco se debilita. “Los sirios piden a la ONU que adopte una resolución creando una misión de observadores permanentes en Siria”, escribieron en la página Facebook “The Syrian Revolution 2011″.

Según el OSDH, con base en Londres, decenas de miles de personas volvieron a manifestarse este viernes en todo el país, destacando las 20.000 personas que salieron a la calle en Homs y otras varias decenas de miles en Idleb.

“¡Viva Siria libre!”, corearon los opositores en Homs (centro), según un video colgado en YouTube. “El ejército sirio es un traidor”, gritaron, refiriéndose a la participación de las fuerzas armadas en la represión.

“¡Queremos protección internacional!”, gritaban los manifestantes en Hama, ciudad tradicionalmente hostil al régimen de Asad, según otro video colgado en internet, mostrando carteles que decían “Bashar, game over” (Bashar, se acabó el partido) o “el pueblo quiere ejecutar al presidente y su banda”.

Con el fin de detener la violencia, el jefe de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, viajará el sábado a Damasco para proponer a Asad un plan para el “cese inmediato” de la represión y la celebración de elecciones presidenciales en 2014, fecha en la que finaliza el mandato del presidente sirio.

Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, anunció que su país está dispuesto a albergar una reunión de países islámicos para ayudar a Siria, su principal aliado en la región, a resolver sus “problemas”, “fuera de toda injerencia extranjera”.

Por último, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó severamente al régimen. “Quien basa su poder en (el derramamiento de) la sangre, terminará yéndose en medio de la sangre”, declaró al canal de información Al Jazeera.

Más de 2.200 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria como consecuencia de la represión de la movilización contra el régimen que se inició a mediados de marzo, según la ONU.