En el Día del Profesor, BioBioChile le pidió a los profesores que compartieran lo que, a su juicio, era lo mejor de ejercer la docencia.

Pese a lo intensa que puede ser la labor del maestro, a sus ya conocidas condiciones laborales y a las dificultades de su trabajo, son muchos los pedagogos que destacan las virtudes de la carrera que eligieron para su vida.

Te dejamos acá una selección de los puntos en los cuales concordaron los profesores que se sumaron a nuestra iniciativa.

Muestras de aprecio espontáneas

Lo mas lindo de mi trabajo es el amor que muchos de nuestros alumnos nos expresan y el respeto y admiración que nos tienen.
Camila Villalobos, Queilén.

Lo mejor de ejercer la docencia es el cariño desinteresado de los niños/as. Los pequeños detalles que tienen hacia nosotros, como dibujos o frases, donde se demuestra la gran importancia que tenemos en sus vidas.
Ariel Cárdenas, Hualqui.

Hice mi primer año de profesora en un liceo de extrema vulnerabilidad en la comuna de Renca. 4 años después comprando en un almacén cercano a mi casa, se me acerca un hombre quien me dice: “profe…la vi caminar y tenía que saludarla”.

Yo con una sonrisa en la cara lo reconozco y nos damos un abrazo fraterno, durante el diálogo me comenta ‘quiero presentarle a mí hijo, él ahora es mi motivación y gracias a usted yo terminé mis estudios y puedo entregarle lo mejor (…)’. Eso fue increíble.
Val Salgado, Facebook.

Relación con los alumnos

Mis niños salen con cada cosa que me hacen reír mucho, a pesar de todo amo mi trabajo y lo paso bien con ellos aunque me saquen canas verdes.
Josefina Guerrero, Facebook.

Lo mejor de ejercer la docencia son los alumnos, su cariño, su ilusión y la confianza que ponen en uno. Es eso lo que hace levantarme cada mañana, la felicidad que expresan a diario al aprender algo nuevo. El resto me da lo mismo, me hace feliz poder hacer lo que amo día a día, porque muchos no pueden decir eso.
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La conexión que puedes lograr con los niños, regalitos pequeños como un dibujo o un abrazo, o ver cómo pueden lograr cosas, verlos crecer.
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Lo mejor de ser profe, sin duda mis alumnos, si te ganas su respeto, rápidamente te dan su confianza y cariño y cuando los retas reconocen sus errores. Es cierto qué hay unos más difíciles que otros, pero los adultos solemos ser más difíciles aún.
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Lo mejor…(el) lazo que se forma con los estudiantes. Las conversaciones profundas y otras no tanto. La confianza que se genera inevitablemente, eso es genial.

Lo mejor (es) el compartir con los niños, ser parte de sus triunfos y alegrías.
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Lo mejor de ser profesor es el cariño y reconocimiento de tus alumnos, que sepan y te digan que haces tu pega con amor y con entrega, que valoren tus clases y como les enseñas. Ser profesor es, para mí, la pega más bonita, muy sacrificado como muchas otras pegas, pero con una retribución emocional tan grande, que siempre vale la pena.
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Historia personal

Dentro de todas las historias que recibimos, la de Dayeanna Toro y su esposo destacaron por ser, tal vez, el vivo reflejo de lo que es realmente la Educación. Aquí su relato.

Mi esposo y yo somos profesores, él de básica y yo de media. Ambos de lenguaje. Hace como 10 años atrás trabajamos en el mismo colegio municipal, con niños vulnerables, y coincidió que hubo una generación en donde mi esposo les hizo clase de 6º a 8º básico, y yo de 1º a 4º medio.

Ahora después de tantos años esos niños son profesionales, y uno de ellos nos contactó para hacer un asado en nuestra casa con su primer sueldo y en donde vinieran los chiquillos del curso.

Se hizo el asado y quedó instaurado como una celebración que lleva casi 5 años. Para nosotros como profesores esta muestra de cariño ha sido una batería para seguir dando lo mejor de nosotros, ver a estos niños grandes con profesiones, enfermeros, enfermeras, contadores, electricistas, universitarios, etc. Y que aún te digan tía y te quieran ver porque significaste algo para ellos es lo más lindo como profesores que nos pasó.
Dayeanna Toro, Facebook.