El invierno llegó por anticipado, y sus bajas temperaturas para quedarse. A menudo, los primeros en notarlo son nuestros pies.
Así, una de las sensaciones más desagradables es estar abrigados como esquimal, y seguir sintiendo frío porque tenemos los pies helados. Lo peor es, que por lo general, no encontramos manera de revertirlo, incluso tras seguir al pie de la letra cuanto consejo se nos cruzó.
Pero no te preocupes, hoy en BioBioChile, te contaremos 7 tips infalibles para que pases una temporada invernal sin congelarte en el intento.
1- El material de los calcetines sí importa
Contrario a lo que podrías creer, el material de los calcetines si importa, y en esta oportunidad sentimos defraudarte, porque si realmente quieres tener pies calentitos, vas a tener que despedirte del algodón hasta la siguiente estación del año.
Aunque no lo creas, el algodón no es apropiado para la temporada de invierno porque es respirable, absorbe la humedad, lo que suele ser ideal para los pies durante temperaturas moderadas, pero cuando se moja, debido a elementos externos o sudoración natural del pie, tiene tendencia a permanecer mojado durante largos períodos de tiempo. Pies húmedos en invierno, es sinónimo de pies fríos.
El mejor material es la lana, que tiene la doble habilidad de absorber y repeler el agua. Mateniendo la piel seca. Si no te es posible conseguir calcetines de este material, opta por polar y otros… pero manténte alejado del algodón, al menos en invierno, en verano es otra cosa.
2- El grosor del calcetin adecuado
Otro aspecto ligado al uso del calcetin adecuado es el grosor. Verdaderamente no es necesario utilizar calcetines gruesos cuando usamos botas, botines o bototos densos, aptos para la temporada. Inclínate por los más delgados. Mientras que, cuando salgas con zapatillas en invierno, opta por los más gruesos. Recuerda que grosor no siempre es sinónimo de calor.
Usar un par de calcetines demasiado gruesos puede incluso cortar la circulación de la sangre hacia los dedos, dejándolos entumecidos. La prueba es muy sencilla: Una vez que nos pusimos los calcetines y zapatos, debemos ser capaces de mover los dedos de los pies libremente.
3- No consumas cafeína
En este punto derribaremos el mito de que el café y las bebidas calientes con cafeina contrarrestan la sensación de frío. Lamentamos informarte que la cafeína contrae los vasos sanguíneos (vasoconstricción), limitando el flujo de sangre, y por ende, hace que al cuerpo le sea más dificil calentarse. Lo mismo sucede con la nicotina.
“Las pupilas se dilatan, la vía aérea se abre, el corazón late más rápido, los vasos sanguíneos en la superficie se contraen para disminuir el flujo sanguíneo…la presión arterial aumenta, el flujo de sangre al estómago se ralentiza, el hígado libera el azúcar en el torrente sanguíneo para obtener energía extra y los músculos se tensan, listos para la acción”, señala el portal científico Science, how stuff works
Esto explica por qué, después de consumir una taza de café, tus manos y pies se enfrían, tus músculos se tensan, te sientes excitado y tu corazón late más rápido. Opta por infusiones naturales de hierbas,frutas, y/o productos descafeinados.
4- Ventila y seca por completo tus zapatos entre los usos.
Cuando llegues a casa, tómate el tiempo de sacarte los zapatos, dejarlos airearse, y de acercarlos a una fuente de calor segura para que se sequen.
Si no haces este ejercicio, tus zapatos acumularán humedad, lo que desde luego contribuirá a que camines sobre un colchón de agua, y que tus pies estén fríos, lo que tampoco es bueno para tu salud.
5- Cómprate unas buenas plantillas “invernales”
No sólo las botas, bufandas, abrigos y chaquetas causan furor durante la temporada otoño-invierno. Las plantillas y forros de calzado que prometen proteger nuestros pies de las temperaturas bajas, se venden también como pan caliente.
Las más cotizadas son las plantillas de lana de oveja, las achiporradas y las térmicas recargables. Sin lugar a dudas, una buena alternativa, si el frío en tus pies es una constante.
6- Sube la temperatura incorporando especias
Otro método que contribuiría a mantener y subir la temperatura corporal a lo largo de los meses de frío es la incorporación de especias a nuestros alimentos cotidianos, tanto en comidas como en bebidas. Canela, cúrcuma, cardamomo, pimientas de cayena y negra, jengibre, ajo y el rábano picante, son las que lideran el ránking consigna el diario electrónico The HUffington Post.
7- Manténte activo
Que las bajas temperaturas no sean la excusa para no practicar las actividades físicas que tanto te gustan. Realizar ejercicio con regularidad, estimula la circulación, lo que ayuda a enviar sangre a las puntas de los dedos de las manos y los dedos de los pies para mantenerlos calientes.
¿Por qué hay gente que tiene siempre las manos y pies fríos?
Si es común en ti tener los pies y las manos heladas, incluso cuando ya no hace frío, puedes tener un problema de circulación, que impide que la sangre fluya a tus extremidades.
La doctora neoyorquina Margarita Rohr, dice que esto puede ser una señal de que tu corazón no está bombeando sangre con eficacia, o que una obstrucción de las arterias impide que la sangre llegue a tus dedos de manos y pies.
La doctora Holly Phillips, colaboradora médica de la cadena CBS News y autora del libro The Exhaustion Breakthrough, en tanto, señala que fumar también puede provocar problemas de circulación, ya que constriñe los vasos sanguíneos.
Otra posibilidad, es una condición llamada enfermedad de Raynaud, la cual se caracteriza por una disminución de la circulación sanguínea en los dedos de las manos y pies, produciendo un fuerte dolor y cambios de coloración en dichas localizaciones. Este malestar se desencadena por cambios bruscos a temperaturas bajas y en situaciones de estrés.
Por otro lado, “en general, las mujeres son mejores para conservar el calor que los hombres. Con el fin de hacer esto, los cuerpos de las mujeres están programados para mantener el flujo sanguíneo en los órganos vitales como el cerebro y el corazón”, dice Rohr, añadiendo que esto último dirige el flujo de sangre hacia estos órganos y lo aleja de zonas menos vitales como las manos y los pies.
Además, un estudio de la Universidad de Utah determinó que aunque las mujeres tienen una temperatura corporal ligeramente superior a la de los hombres, sus manos eran en promedio, 2,8º más frías.
