La falla de San Ramón es una falla geológica que se ubica al oriente de la ciudad de Santiago y es objeto de diversos estudios producto de los posibles peligros que puede traer a la ciudad como el inminente impacto de un movimiento telúrico.

En conversación con BioBioChile, Gabriel Vargas investigador de la falla de San Ramón y académico de la Universidad de Chile indicó que esta falla “ya está acumulando suficiente esfuerzo tectónico como para generar un terremoto importante, lo que podría ocasionar un impacto local bastante grande”, aseguró.

De todas maneras, el experto señala que son eventos que siempre hay que evaluar. Por esta razón, realizan un proyecto con la Onemi y la Subsecretaría del Interior para instalar estaciones sismológicas que monitorearán la falla y de esa manera entender mejor su estructura geológica, la que no solo puede generar terremotos importantes tras una buena cantidad de tiempo, sino que puede generar terremotos más chicos de magnitud 4° o 5°.

Por lo mismo Vargas sostiene que es necesario “escuchar la falla” para así poder prevenir y estar preparados. Por eso, su estudio pretende realizar un muestreo con 7 estaciones, de las cuales varias tendrán GPS las que permitirán detectar “cambios muy pequeños, milimétricos y eventualmente asociarlos a la estructura y a cómo se está deformando el terreno principalmente el frente cordillerano alrededor de la estructura”.

“Es un plan bien ambicioso que por primera vez se va a hacer en Chile, el monitoreo de una falla activa de esta manera y que busca entender mejor la estructura geológica  y también contribuir a la prevención, a estar más atentos a lo que está generando la falla y de esa manera estar más preparados para la posibilidad de un terremoto que ocurra “, explica.

En términos de prevención, el monitoreo pretende avanzar en materia de planificación territorial e implementar ciertas normativas y políticas de desarrollo en el sector oriente de manera más sustentable.

A pesar que asume que la norma sísmica chilena es bastante exitosa, sostiene que está más enfocada en terremotos que ocurren a 200 kilómetros de acá y en cambio ésta es una falla que puede tener un impacto local mucho más importante y en ese sentido se hace necesario también la revisión de esas normativas.

Finalmente, Vargas señala que las fallas son silenciosas, ya que “están calladitas durante mucho tiempo, cientos, miles de años incluso, pero de pronto producen un gran terremoto y probablemente se queden calladas de nuevo durante un gran tiempo”, arguyó.

Según el académico las observaciones y estudios realizados hasta la fecha concluyen que hace miles de años ya habría ocurrido un terremoto en la falla, por lo que advierte que puede ocurrir otro movimiento telúrico, la duda es saber cuándo se producirá.

Sin embargo, el investigador señala que no se pueden precisar fechas ni menos saber cuándo podría ocurrir un terremoto.

Pero el experto precisó que este proyecto se vuelve vital ya que permitirá que la ciudad esté mejor preparada.

“Si la ciudad está bien preparada, si se ha planificado bien y hay planes de emergencia adecuada y educación, podremos enfrentar bien la situación”, concluyó.