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Rakus, el orangután, se curó en un mes aplicándose una planta medicinal en el rostro, donde quedó con una herida después de una pelea.
El caso de un orangután en Sumatra, Indonesia, sorprendió a los científicos tras notar que el animal, que tenía una herida en el rostro, se estaba curando a sí mismo con una planta medicinal. Este comportamiento, sería una prueba más de la evolución y el parentesco con los humanos.
De acuerdo con BBC News, esta sería la primera vez en la historia que se registra a una criatura de la naturaleza curándose una herida con una planta de este tipo.
Los expertos en cuestión estuvieron observando a Rakus, un orangután del Parque Nacional Gunung Leuser, en Indonesia, que resultó herido durante una pelea con otros dos orangutanes rivales.
Después de terminar con una lesión abierta en una mejilla, los científicos vieron a Rakus masticando el tallo y las hojas de una planta llamada Akar Kuning, que tiene propiedades antinflamatorias y antibacterianas.
De hecho, en comunidades locales de Indonesia, esta planta suele utilizarse para tratar la malaria y la diabetes. Los expertos descartaron que fuera coincidencia, puesto que los orangutanes rara vez consumen esta planta.
Según los registros, Rakus aplicó el líquido del talle sobre su mejilla durante 7 minutos, después untó las hojas masticadas en la zona hasta cubrirla completamente y finalmente continuó comiéndose la planta.
Asimismo, los investigadores no encontraron signos de infección en la herida de Rakus y esta se curó después de un mes.
“Aplicó la pasta repetidamente y luego también aplicó más materia vegetal sólida. Todo el proceso duró realmente una cantidad de tiempo considerable; por eso pensamos que la aplicó intencionalmente“, explicó la bióloga Dra. Isabella Laumer, del Instituto Max Planck en Alemania y autora principal de la investigación, que se publicó en Nature.
¿Cómo supo el orangután que la Akar Kuning era una planta medicinal?
Los biólogos captaron a Rakus haciendo este procedimiento en 2022, pero no fue hasta ahora que difundieron sus hallazgos. Además de aplicarse la planta, notaron que el orangután estaba descansando más de lo usual, lo que sugiere que estaba tratando de recuperarse de la lesión.
En la ciencia ya se comentaba que los orangutanes podrían estar utilizando plantas medicinales, ya que en documentación de hace décadas atrás, los biólogos habían encontrado hojas de este tipo en excremento o habían visto a algunos primates comiéndolas, pero nunca un registro como el de Rakus.
“Podría ser que accidentalmente tocó su herida con el dedo que tenía la planta. Y luego, debido a que la planta tiene sustancias analgésicas bastante potentes, podría haber sentido un alivio inmediato del dolor, lo que le hizo aplicarla una y otra vez”, agregó Laumer.
Ahora, los investigadores planean observar de cerca a otros orangutanes para ver si tienen comportamientos similares. “Creo que en los próximos años descubriremos aún más comportamientos y más habilidades que se parecen mucho a las humanas”, concluyó la doctora.
