Max Ruiz es un cocinero de 23 años que durante el fin de semana pasado, tras beber alcohol, condujo y colisionó a un vehículo en el que se trasladaba una pareja de recién casados en Pirque.

El joven había asistido a la fiesta de fin de año de su trabajo, donde según contó a LUN, bebió tres cervezas individuales antes de agarrar su automóvil. Tras el accidente, el alcotest marcó 0,81 gramos de alcohol por litro de sangre (desde 0,8 se considera en estado de ebriedad).

Producto de la colisión, la novia salió eyectada por la ventana y debió ser trasladada en riesgo vital hasta el Hospital Sótero del Río, donde estuvo en coma inducido hasta el lunes.

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Con arresto domiciliario nocturno, Max reconoció haber bebido alcohol, pero cuestionó la mala visibilidad de la señal de tránsito en la intersección del accidente, considerando que la colisión se produjo luego que él no respetó un disco pare.

“Está tapado por árboles y es sólo visible cinco metros antes del cruce. No había un pare visible y la calle no está demarcada. Yo iba como a 60 km/h y creo que la otra persona tampoco iba rápido, pero existía poca visibilidad”, aseguró.

Aún así, sostuvo que “no hay justificativo” y aseguró que aprendió la lección. “Supe que esto no lo voy a contar dos veces y que por una cosa de segundos no hubo fallecidos”, indicó.

Consultado sobre qué le diría a la familia, el cocinero señaló que “quisiera pedirles perdón y abrazarlos”.

“Siempre he estado preguntando a Carabineros cómo está la familia. Nunca quise atentar contra la vida de nadie, ni de mis compañeros ni de ellos”, agregó Max, quien además trasladaba a más gente el día del accidente.

Finalmente, dice estar más tranquilo al saber que la novia, Nicole, se encuentra estable.