La Gobernación Provincial de Concepción comenzó a trabajar en conjunto con la Universidad de Mánchester en la elaboración de una norma que permita regular el trabajo de personas que acuden voluntariamente a prestar ayuda en caso de una catástrofe.

El terremoto de 2010 o los incendios forestales en el verano de 2017 fueron situaciones que no sólo pusieron a prueba el trabajo de los organismos de emergencia, sino que también dejaron al descubierto la ayuda espontánea de cientos de personas deseosas de colaborar.

Sin embargo, la presencia de estos voluntarios puede llegar a convertirse en un estorbo y poner en riesgo su propia vida si su trabajo no es canalizado correcta y responsablemente.

Alex Tardón, director de Protección Civil de la Gobernación penquista, señaló que la idea no es rechazar esta ayuda, sino que organizarla de la mejor forma posible.

Jenny Moreno, investigadora asociada de la Universidad de Manchester, está a cargo de llevar a cabo el programa en la zona y que pretende culminar con una norma pionera en Chile y Latinoamérica en torno a la gestión de los voluntarios espontáneos tras algún desastre.

El proyecto es similar a uno que se elaboró en Inglaterra y que culminó con una norma ISO que hoy están adoptando diversas ciudades inglesas.

Para avanzar en la elaboración de una guía que regule el trabajo de los voluntarios espontáneos, ya se realizó en Concepción un primer encuentro.

En dicha instancia, representantes de diversos organismos ligados a las emergencias comenzaron a definir, desde su experiencia, el trabajo que tomará cuatro meses aproximadamente para ajustar a la realidad chilena lo que en Inglaterra ya es un hecho.