Un joven pasó cuatro meses y medio en prisión preventiva, en la Cárcel de Chillán, acusado de un grave delito de robo con violencia, del que fue imputado por la Fiscalía basado en un testimonio falso.

El caso afectó a Marco Antonio Díaz Salazar, de 21 años, quien estuvo privado de libertad por un delito que nunca cometió.

En junio del año pasado, una pareja de adultos sostuvo que el joven, premunido de una escopeta hechiza, y junto a otro hombre, entraron a su domicilio de la población Eduardo Frei, donde fueron intimidados, robando 500 pesos al dueño de casa.

Luego, según narró la mujer, entraron otros dos encapuchados, golpearon a su marido con un palo en la cabeza y los cuatro ladrones escaparon.

Marco, al ser reconocido, quedó en prisión preventiva el 14 de enero de este año y con el paso de los meses la mujer, Rosa Guajardo, se desdijo al punto de declarar que su pareja la obligó a mentir.

Con estos nuevos antecedentes, el 27 de mayo, un mes después de conocida la nueva declaración, se levantó la medida cautelar, que entre medio fue apelada y confirmada, por lo que el joven completó cuatro meses y medio en prisión de forma injusta; y actualmente su causa fue sobreseída definitivamente en una audiencia en el Juzgado de Garantía de Chillán.

De acuerdo a lo expuesto, lo que realmente ocurrió es que en la casa de los supuestos afectados funciona un local de expendio de alcohol, y en medio de un juego de rayuela, un participante le tocó el trasero a una mujer que pasaba por el lugar, de lo que se enteró su pareja, un conocido del joven.

En ese momento se originó una riña y el joven indica que participó para separar, pero terminó detrás de las rejas.

“Perdí mi trabajo. Me perdí todo el embarazo de mi pareja, pero (estoy) tranquilo y feliz con lo que se vio ahora. Quedé absuelto, de algo que nunca había hecho y quiero retomar mi vida normal”, dijo Díaz.

El otrora acusado enfatizó: “No participé en nada, lo único fue separar la pelea para que no se hiciera más grande”, sostuvo.

Su madre, Erica Salazar, presenció emocionada la audiencia que puso fin a la pesadilla de su hijo mayor. “A todos nos destrozó esto. Lo único que pido es que no vuelva a pasar lo de mi hijo, porque lo pasó mal dentro de la cárcel. Lo golpearon, lo pasó terrible”, comentó.

Para la defensora penal Marcela Larraín, no existe forma de resarcir al joven por lo sucedido, un error surgido por la mentira de dos personas. Tampoco criticó directamente a la fiscalía. “Esto es un tema del sistema, que a veces falla, y no puede seguir pasando”, recalcó.

Los dardos, de todos modos, apuntan a la fiscalía, por un trabajo desprolijo, pero el fiscal jefe de Chillán Pablo Fritz, sostuvo que apenas se conoció el nuevo testimonio se pidió la revisión de la medida cautelar. Y que en su minuto la prisión preventiva fue respaldada por todos los eslabones de la justicia.

“Hay que recordar que esta prisión preventiva fue apelada y fue confirmada por la Corte de Apelaciones, es decir, sufrió todos los filtros. Los antecedentes fueron suficientes para convencer al Ministerio Público, también al juez de garantía y a los ministros de la Corte”, expresó Fritz.

Para el fiscal “no hay un error del sistema, hay una reacción del sistema frente a una debilidad de la investigación”.

La supuesta víctima, el autor inicial de la mentira, René de La Hoz, compareció esposado al tribunal a escuchar la resolución, ya que ahora se encuentra detenido en Chillán, porque en mayo de este año asesinó a un hombre con un sable.