El parlamento australiano adoptó este jueves la ley sobre el matrimonio homosexual, etapa clave hacia la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo, luego de una consulta nacional que sumó un apoyo mayoritario de la población a esta reforma.

Corresponde ahora al gobernador general Peter Cosgrove, el representante en Australia de la reina Isabel de Inglaterra, firmar esta ley, lo que debería ocurrir en los próximos días.

Sólo cuatro miembros de la cámara de representantes, que cuenta 150 bancas, se opusieron al texto que fue adoptado la semana pasada por el Senado por 43 votos a favor y 12 en contra.

El voto de este jueves fue celebrado con aplausos y abrazos en la cámara baja.

“¡Qué día de amor, para la igualdad y para el respeto! Australia lo hizo”, celebró el primer ministro Malcolm Turnbull, de centroderecha.

A partir del sábado las parejas del mismo sexo podrán presentar los pedidos oficiales de matrimonio. Las primeras bodas podrán celebrarse dentro de un mes.

“Cada australiano tuvo su voz y estimó que era justo”, agregó Turnbull.

Dada la oposición a esta reforma del ala conservadora de su movimiento, Turnbull había escogido organizar los últimos meses una muy controvertida y poco común consulta popular por correo cuyos resultados no eran vinculantes.

Casi 80% del censo electoral participó en esta consulta que duró dos meses. El escrutinio reveló en noviembre que casi 62% de los 12,7 millones de votantes se pronunciaron a favor de las bodas homosexuales.

A la luz de estos resultados el primer ministro escogió ir rápido y sometió al parlamento una ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.

El jefe de la oposición laborista, Bill Shorten, celebró la adopción del texto, llamando a los australianos a superar las divisiones que los debates de estas últimas semanas dejaron en evidencia. “Es hora de cerrar las heridas”, dijo.

Más de 25 países en el mundo reconocen las bodas entre personas del mismo sexo. Holanda fue, en abril de 2001, el primer país en legalizar el matrimonio homosexual. En América Latina, cuatro países permiten tales uniones: Argentina desde julio de 2010, Uruguay y Brasil, y por último Colombia desde 2016. Todos autorizan las adopciones.