Como una medida responsable fue recibida por la Nueva Mayoría el reajuste del gasto fiscal anunciado por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, algunos parlamentarios plantearon sus críticas por falta de consulta al Congreso.

Se trata del recorte de un 1% del gasto público contemplado en el presupuesto 2016, que busca disminuir la deuda y el déficit fiscal. Esto se traduce en 380 mil millones que, eso sí, no afectarán al Ministerio de Salud, ni al Poder Judicial y tampoco al Congreso.

Este ajuste apuntará a reducir el gasto en fotocopias, pasajes de funcionarios, resmas de papel, horas extra, honorarios y contrataciones de estudios, entre otros, que forman parte del 71% de gasto corriente en los ministerios.

El porcentaje restante se trata de gastos de capital relacionado con las inversiones, como por ejemplo la compra por renovación de vehículos.

En suma, 540 millones de dólares, es decir, 380 mil millones de pesos que se busca recortar, eso si, sin tener aún claridad de la forma en qué se hará.

Se debe discutir con los ministerios, para que cada uno evalúe algún programa, servicio o producto donde se deba recortar aunque fuentes de Hacienda asumen que sí o sí se logrará el monto comprometido.

Evitar el aumento de la deuda y el déficit fiscal son parte de las razones que busca atacar este recorte, además considerando factores como la economía fluctuante en el mundo traducida en una desaceleración global, la baja tasa de crecimento proyectada para este año en torno al 2% y un precio del cobre. Esto, según el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

A menor ingresos, menores gastos, traducido principalmente en el cobre y la minería que durante el 2015 generó números negativos en los retornos de recursos.

Explicado como lo hizo la autoridad, si fuese una familia los gastos corrientes serían las cuentas, la cantidad de comida, etc.
Mientras que los gastos de capital serían inversiones relacionadas con la construcción de un segundo piso en la casa, la compra de un auto.

Pese a eso, esto toca al Gobierno y sus ministerios, no los beneficios sociales ni las reformas estructurales. Hoy lo volvió a decir la presidenta Michelle Bachelet mientras inauguraba un CESFAM en La Ligua.

El anuncio se zanjaba esta mañana en el Consejo de Gabinete, se hacía público y las comisiones de Hacienda del Senado y de la Cámara de Diputados se les informó esta tarde en el tradicional almuerzo de la cartera.

Ahí el ministro Rodrigo Valdés, comentaba las razones, las medidas y dejaba conformes a los parlamentarios.

El senador y presidente de la comisión de Hacienda, Andrés Zaldivar. planteó que al tomar esta medida se habla de responsabilidad fiscal, de equilibrar la economía y del buen momento de este anuncio.

Moderación fue parte de los argumentos en los parlamentarios de la Nueva Mayoría tras conocer este ajuste fiscal. Eso si, también hubo algo de crítica porque se pudo haber hecho algo antes, porque no se debió confiar en un precio referencial del cobre tan alto y de ahí haber confeccionado el presupuesto.

Según el senador socialista, Carlos Montes, por todo, ahora hay que mirar el problema de fondo, la inversión y el crecimiento

En el análisis sobre la tardanza, concordó el diputado Pablo Lorenzini (DC) y recordó que al Ministerio de Hacienda se le avisó de condiciones económicas variables, incluyendo un bajo precio del cobre.

Lo que más le molestó al legislador DC es que no se haya consultado al Congreso sobre esto, por lo que no descartó impugnar el reajuste ante al Tribunal Constitucional y generar una discusión parlamentaria.

Cabe consignar que este anuncio de recorte fiscal se da justo el día en que se publicó la disminución en el precio de referencia del cobre para los próximos años que había sido propuesto en 2,98 dólares la libra y que cayó a 2,57 dólares.