Los vecinos de caleta Amargos de Corral denunciaron continuos ruidos molestos provocados por la chipeadora existente en el lugar. Sumado a esto, criticaron que la empresa suspende sus operaciones cuando son fiscalizadas y las retoman cuando los inspectores se van.

A los cuestionamientos realizados por la falta de certificación industrial para la portuaria Corral por más de 20 años, la cual también constató el Gobierno, se suman los ruidos molestos que provocan las operaciones de ésta, lo que se agudiza en las noches.

La secretaria de la junta de Vecinos de caleta Amargos y presidenta del comité de Adulto Mayor, María Angélica Pérez, manifestó que la situación es insostenible, más aún porque cuando quienes fiscalizan se van, los ruidos vuelven, perturbando a unas 100 familias.

La dirigenta, que también es presidenta del Consejo de Desarrollo Local, llamó a quienes vayan a fiscalizar a que se queden toda la noche y constaten que efectivamente que con el nivel de ruido no se puede dormir. Los más afectados, dijo, son los lactantes y los adultos mayores.