Con la muerte por fibrosis quística de Valentina Maureira, la joven de 14 años que durante el verano pidió autorización a la presidenta Michelle Bachelet para ser recibir una inyección que la hiciera dormir para siempre, se reabrió el debate para permitir la eutanasia.

El Gobierno reiteró que no es intención del Ejecutivo legislar sobre esa materia y para el ministro subrogante de Salud, Jaime Burrows, el caso de la adolescente refleja que no es necesario una legislación en la materia, pero si un cambio en la ley de deberes y derechos de los pacientes que facilite una muerte digna.

El senador del PPD e integrante de la comisión de Salud, Guido Girardi, aseguró que casos como el de Valentina los llevarán a insistir en una ley que permita que una persona que solicita que se le ayude a morir y otra persona amparada por la ley, acoja su solicitud y la ejecute.

La comsión de Salud del Senado rechazó el martes pasado por dos votos contra tres, la moción de los parlamentarios Girardi y el socialista Fulvio Rossi, para permitir la eutanasia. La tramitación de la ley podrá ser retomada, si es que la sala rechaza el informe de negativo. De aprobarlo, se deberá esperar un año más para volver a presentar una iniciativa de similar naturaleza.