El gobierno italiano liderado por Matteo Renzi adoptó este lunes un proyecto de ley que reforma radicalmente el Senado, con el fin de poner fin a la inestabilidad política de Italia.

El proyecto, que elimina “el bicameralismo perfecto”, reduce el número de parlamentarios de la península, al eliminar el Senado tal como existe hoy en día.

“Pedimos a los italianos tantos sacrificios, llegó la hora de que se sacrifiquen los políticos”, adelantó Renzi en una entrevista a la prensa.

El joven primer ministro, quien llegó al poder el pasado 17 de febrero, considera una prioridad simplificar los trámites para gobernar, ya que todo proyecto de ley tiene que ser adoptado por las dos ramas del Parlamento, la Cámara de Diputados y el Senado, lo que complicaba y retardaba la función legislativa.

“No mantendremos al Senado como está actualmente”, dijo Renzi al ilustrar el proyecto de ley, que reforma la constitución, por lo que deberá ser aprobado dos veces por las dos ramas del Parlamento, lo que tomará cerca de un año.

El Senado, actualmente compuesto por 315 miembros, se convierte en un órgano consultivo y estará integrado por los representantes de las regiones, los alcaldes de capitales, presidentes de regiones y representantes de la sociedad civil, los cuales serán elegidos periódicamente por el jefe del Estado.

“Se trata de un cambio radical para la política italiana”, aseguró Renzi, quien advirtió que “renuncia a la política si no logra que sus reformas pasen”, dijo.

“El Senado no deberá votar más la confianza al gobierno y los senadores no serán elegidos directamente, ni recibirán sueldo”, explicó el primer ministro.

El Senado pasará a llamarse “Asamblea de las Autonomías”, contará con 148 miembros, de los cuales 127 son alcaldes y presidentes de regiones y 21 personalidades designadas por el presidente de la República.

Según uno de los asesores de Renzi, Graziano Delrio, el nuevo sistema se inspira del alemán, cuyo Senado está formado por personas no elegidas directamente por votos.

El nuevo Senado no deberá reunirse todos los días, se ocupará sólo de las leyes que atañen la Constitución, los territorios y Europa, según explicó Renzi.