Las fuerzas gubernamentales arrebataron el miércoles a los insurgentes zonas clave de la provincia de Al Anbar, en la frontera con Siria, que escapaban al control de las autoridades desde hacía varias semanas.

Los efectivos de seguridad, apoyados por los combatientes tribales, recuperaron el miércoles Albu Farraj, en los suburbios del norte de Ramadi, capital de la provincia controlada en parte por los rebeldes y situada a unos 100 km al oeste de Bagdad.

También reconquistaron un sector en las afueras de Faluja, una ciudad que escapa totalmente al control de las autoridades, indicaron responsables.

“Las fuerzas de seguridad tomaron el control de Albu Farraj”, declaró el portavoz del ministerio de Defensa, Mohamed al Askari, según el cual esta zona es “una base importante” para los insurgentes, sobre todo los del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL, aliado de Al Qaida).

Por otra parte, fuentes oficiales señalaron que las fuerzas gubernamentales retomaron el sector de Nasaf, en los suburbios occidentales de Faluja, a 60 km de la capital.

Los combates entre fuerzas gubernamentales e insurgentes en esta provincia, sumados a las violencias en Irak, dejaron más de 850 muertos desde comienzos de febrero.