Hace 40 años nuestro país presentaba profundas divisiones, así se evidencia en los relatos que quedaron grabados en libros escritos en aquella época. Una división social y política que terminó con un Golpe Militar que pudo haber sido evitado.

Junto con ello una derecha especialmente, que aplaudió lo que llamaron “pronunciamiento militar”, aún cuando muchos sabían lo que ocurría con las violaciones a los Derechos Humanos, lo que a la postre significo la vida de casi 3 mil chilenos.

Pero 40 años más tarde el Presidente Sebastián Piñera, representante de la centro derecha, salió en su calidad de jefe de Estado, a condenar las violaciones y atropellos, además de poner sobre la mesa el tema “moral” de quienes no hicieron nada para evitar los atropellos y el derramamiento de sangre, pese a estar al tanto del escenario que se vivía.

Piñera con fines electorales al 2017 o no, lo cierto es que ha dado un paso importante e histórico para lo que debería ser el futuro de una derecha, la reconstrucción de jóvenes que pueden simpatizar con el ideario, pero no aceptan lo sucedido entre 1970 hasta fines de1989.