Un enfrentamiento armado entre presuntos miembros del crimen organizado y soldados del ejército mexicano dejó al menos 11 muertos, entre ellos un militar, en la zona montañosa del estado de Guerrero según informó una fuente oficial, que precisó que otros dos soldados resultaron heridos.

Los hechos ocurrieron en el municipio de Leonardo Bravo, ubicado en la Sierra Madre del Sur, cuando un batallón de Infantería realizaba un recorrido, informó el gobierno estatal.

“El enfrentamiento arrojó un saldo de 10 civiles y un soldado muertos, así como dos uniformados heridos que fueron trasladados al hospital militar” en Chilpancingo, capital de Guerrero, añadió.

Las constantes amenazas y extorsiones del crimen organizado provocaron recientemente el desplazamiento forzado de casi 500 personas de Leonardo Bravo.

Por otro lado, fuentes del gobierno estatal confirmaron bajo el anonimato que en la cercana comunidad de San Juan Tehuehuetla, municipio de San Miguel Totolapan, se halló una fosa clandestina con los cadáveres de seis personas que habrían sido ejecutadas hace unos días.

Estos hechos ocurren a unas horas del anuncio de la retirada de cerca de medio millar de policías federales de Guerrero que habían sido asignados a operativos contra la delincuencia organizada.

Los agentes serán desplegados en el vecino estado de Michoacán (oeste) y en la capital mexicana para vigilar las multitudinarias manifestaciones que llevan a cabo maestros que se oponen a una reforma educativa.

Guerrero, un estado productor de marihuana y ruta de trasiego de droga hacia Estados Unidos, es uno de los más pobres y violentos de México, donde bandas criminales y narcotraficantes extorsionan cotidianamente a pobladores y empresarios de la región.

Argumentando la inacción por parte de las autoridades, grupos de civiles tomaron las armas para defenderse, lo que ha exacerbado la violencia y provocado el despliegue de militares en la zona. También hay quienes simplemente tratan de huir de las amenazas del crimen.

El 17 de julio inició un éxodo de más de 1.000 personas desde el municipio de San Miguel Totolapan, donde balaceras entre grupos criminales dejaron heridos y casas incendiadas. Sólo dos semanas después, otro millar de personas desalojó el municipio de Heliodoro Castillo.

Según Amnistía Internacional, unos 150.000 mexicanos tuvieron que desplazarse durante el gobierno del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) por la violencia asociada al narcotráfico. Durante ese sexenio, al menos 70.000 personas murieron en hechos relacionados al crimen organizado.