Chelsea, triunfador de la Liga de Campeones la pasada temporada, se complicó su andadura en la Europa League, al perder 1-0 en su visita al Steaua de Bucarest, este jueves en su partido de ida de los octavos de final del segundo torneo del fútbol europeo.

Los Blues ya habían sufrido mucho para eliminar en dieciseisavos de final al Sparta de Praga y volvieron a dar una mala imagen, en un torneo que disputan después de haber quedado eliminados en su grupo de la Liga de Campeones 2012-2013, al finalizar en la tercera posición.

El consuelo menor de jugar esta Europa League no parece motivar en exceso a un Chelsea que se vio superado en casi todas las facetas del juego por un Steaua, líder de la liga rumana, que sí buscó con decisión la victoria, crecido tras eliminar al Ajax holandés en dieciseisavos.

Después de haber ejercido una gran presión sobre el Chelsea en la primera parte, el Steaua vio recompensados sus esfuerzos en el minuto 34, cuando Raul Rusescu (minuto 34) entraba en el área y era derribado por Ryan Bertrand. El árbitro decretó penal y el propio Rusescu lo convirtió en gol.

El partido se animaba por momentos y unos minutos más tarde, en el 38, fue el Chelsea el que rozó el tanto, cuando un tiro del israelí Yossi Benayoun fue desviado por el arquero Ciprian Anton Tatarusanu.

En la segunda mitad, el Chelsea fue más valiente y buscó no irse del estadio Nacional de Bucarest con una derrota, pero el portero rumano tuvo una noche muy inspirada y frenó a las estrellas de los londinenses.

El alemán de origen bosnio Marko Marin, que había sido suplente y que había entrado en juego en el 75 en lugar del belga Eden Hazard, dispuso en el 82 de la última gran ocasión del campeón de Europa.