El presidente francés, François Hollande, abogó este domingo en Arabia Saudita por la formación de un gobierno de transición en Siria y por el endurecimiento de las sanciones contra Irán, tras entrevistarse con el rey Abdalá.

En su primera visita como jefe de Estado al reino wahabita, el presidente “habló con el rey Abdalá del proceso de paz en Oriente Medio, de la cuestión del programa nuclear iraní y de la crisis siria, así como de la cooperación bilateral”, declaró a la AFP un portavoz de Hollande, Romain Nadal, tras una entrevista de dos horas en Yeda (oeste).

En una conferencia de prensa, Hollande destacó que a Francia le gustaría que “la oposición siria se constituya en gobierno para darle toda la legimitidad, y asegurarse de que lo que hay en Siria es una transición democrática”.

Interrogado sobre la ayuda militar que espera la rebelión siria, el jefe de Estado francés respondió que “eso requiere que haya un gobierno provisional (…), para que si algún día se entregan armas, vayan a una oposición que haga de ellas un uso del que estemos seguros”.

En cuanto a Irán, destacó que la voluntad de Teherán de “acceder al arma nuclear” se percibe como “una amenaza para toda la región y para el mundo”.

París y Riad “están de acuerdo” en endurecer las sanciones a Irán, para “impedirle que vaya más adelante” en su programa nuclear. No obstante, las dos capitales manifestaron que están disponibles para negociar y superar la crisis abierta por las ambiciones nucleares de Teherán, añadió Hollande.

El presidente francés constató también una “posición común” con el rey saudí sobre Líbano, amenazado de desestabilización por el conflicto en la vecina Siria.

“Una vez más hemos hecho una advertencia a todos aquellos que querrían desestabilizar este país, que necesita recuperar la unidad mediante el diálogo”, dijo.

Antes de llegar a Yeda la tarde del domingo, el mandatario francés visitó brevemente Beirut, donde expresó el apoyo de Francia a Líbano, amenazado por el conflicto armado en la vecina Siria entre el régimen y sus opositores.

París presentó la escala en Beirut, decidida en el último momento, como “un gesto político fuerte de apoyo” a Líbano, sacudido por la muerte del jefe de los servicios de inteligencia de la policía Wisam al Hasan el 19 de octubre en un atentado atribuido por la opossición libanesa al régimen sirio.

“Francia no escatimará esfuerzos para garantizar a Líbano su independencia, su unidad y su seguridad”, y está decidida a “oponerse con todas sus fuerzas a cualquier intento de desestabilización”, aseguró Hollande en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo libanés Micheil Sleimane.

Refiriéndose al conflicto sirio, Sleimane declaró que “reafirmó al presidente Holande el compromiso de Líbano de evitar las consecuencias negativas” de la contienda en el país vecino.

Según una fuente gubernamental, Francia estaría dispuesta a acoger una reunión de las facciones políticas libanesas, si Beirut lo pide y todas las partes están representadas.

François Hollande indicó que el objetivo de su viaje a Yeda era “establecer relaciones personales” con el rey Abdalá, cuyo país es “el primer socio comercial de Francia”.

En este contexto, elogió la política del reino en el mercado petrolero mundial.

“Saludo la actitud de Arabia Saudí, que aumenta sus cuotas de producción (en la OPEP), lo que permite que los precios estén controlados”, declaró Hollande, destacando la voluntad del reino de contribuir a “la recuperación del crecimiento” económico del mundo.

El presidente francés anunció a la prensa que regresará a Arabia Saudí “a comienzos de 2013 con una delegación de empresarios, para realizar una visita económica”.

Hollande partió la noche de este domingo a Laos, donde participará el lunes en la 9ª cumbre entre la UE y Asia.