La semifinal entre Francia y Gales, el sábado en Auckland, estará marcada por un duelo táctico entre dos expertos en defensa ingleses y ex jugadores de rugby a XIII, Shaun Edwards, del XV del Puerro, y David Ellis, preparador de los galos.

Gales tiene la mejor defensa de los cuatro semifinalistas, ya que sólo encajó 44 puntos en cinco partidos, mientras que el XV de Francia cuenta con la peor tras un mal inicio de competición (108 puntos recibidos).

“Hará falta asegurarnos que si los franceses marcan tengan que merecerlo”, apunta el entrenador de la defensa de los galeses Shaun Edwards, que fue internacional de rugby a XIII con Inglaterra.

“La defensa es uno de nuestros puntos centrales para preparar ese partido. Hará falta aguantarles un mínimo”, previene.

“En el pasado, nos hicimos daño nosotros solos. Me acuerdo de 2010 cuando sufrimos dos intercepciones”, recuerda, aludiendo al duelo en el Millennium Stadium de Cardiff (26-20), que puso a Francia en dirección al Grand Slam en el Torneo de las Seis Naciones.

Ese título es, además, la referencia francesa en términos de defensa, ya que sólo encajaron 69 puntos en cinco partidos.

Pero desde entonces, este ámbito del juego del equipo galo anduvo intermitente, incluso teniendo en sus filas a excelentes defensas como Thierry Dusautoir o Julien Bonnaire.

“Históricamente, los franceses no tienen colosos como los All Blacks o los australianos, por lo que nos preocupamos mucho de trabajar el tackle”, apunta David Ellis, que trabaja en la preparación del XV de Francia desde 2000.

Con algunos jóvenes elementos de físico impresionante, Shaun Edwards aplicó con Gales la estrategia de la “defensa invertida”, que definió al detalle en los London Wasps.

Consiste en hacer subir rápidamente los insiders y los wings en las salidas de balón del rival con el objetivo de cortar el camino a los exteriores y precipitar a los atacantes rivales en una especie de embudo.

“Hay muchos factores para constituir un buen sistema defensivo: comprender el papel de cada cual, el coraje, la forma física. Pero al final, lo que cuenta de verdad es la calidad del tackle”, estima Edwards, que está de acuerdo en este punto con su homólogo.

Frente a Irlanda, en cuartos de final, la defensa y los tackles quirúrgicos galeses a las piernas causaron un importante desgaste.

“Es un equipo que pone a mucha gente en la primera línea. Es un muro”, analiza Ellis. “Es complicado romperlo a menos que logremos superar a los exteriores o lo hagamos por encima. Pero no quiero decirle demasiadas cosas”, dice, eludiendo alargarse en sus respuestas.

Por su parte, Edwards también comenzó su trabajo de preparación del duelo de semifinales. “La mayor parte de los equipos juegan con referentes bien definidos pero estoy seguro de que su entrenador de ataque hará algunas variaciones. A mí me toca adivinar lo que piensa”, explica.

Ellis y Edwards pueden ser bastante diferentes físicamente, bigote para el inglés de Francia y cabeza rapada para su compatriota de Gales, pero ambos comparten una enorme visión de juego, que pondrán frente a frente el sábado.

“Es el entrenador de la defensa a quien más respeto”, señala Ellis. “no sólo como entrenador de defensa, sino como entrenador simple y llanamente”, aduce.