Esperanza en un nuevo impulso para la reconstrucción otorgó la mesa de diálogo que encabeza la Iglesia Católica en el Bío-Bío y que reunió a los principales actores de la zona, llamados a acelerar las soluciones para los damnificados. Por su parte, la inquietud ciudadana aumenta en la provincia de Arauco, que clama atención a sus problemas.

Cuando la mirada de futuro copa la agenda de las autoridades, el impulso a la reconstrucción y las mesas de trabajo en diversos sectores, los damnificados de la provincia de Arauco reiteran sus peticiones de ayuda. El diputado socialista Manuel Monsalve asegura que los avances son nulos en la zona que él representa y apunta sus dardos al delegado presidencial que debiera cumplir una labor más preponderante en éstas tareas.

Susi Hollander, presidenta de aldeas de Tubul, pide que las autoridades se preocupen de los proyectos habitacionales en Arauco, donde en Tubul y Llico, donde hay retraso en construcción de viviendas e incluso desamparo para allegados que están en sitio residente.

Mientras, la mesa de diálogo citada por el arzobispo Fernando Chomalí reunió a las autoridades, y allí Sergio Jara, director de Serviu Bío-Bío, aseguró que se están haciendo los mayores esfuerzos por acelerar los procesos.

En la oportunidad el Biobarómetro de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) reveló una encuesta aplicada en la intercomuna que pone nota bajo 4 a los diversos actores a cargo de la reconstrucción, donde un 44% de los consultados dice estar peor que antes del terremoto y el 50% considera lento el proceso de reconstrucción.