Los manifestantes “anti-Wall Street” lanzan el miércoles por la tarde una nueva movilización en Nueva York con el apoyo de algunos sindicatos, en el marco de la protesta contra el corporativismo y la codicia del mundo de las finanzas que ya lleva más de dos semanas.

La marcha se iniciará a las 15 horas de Chile en Foley Square, en el sur de Manhattan, y se dirigirá hacia el Distrito Financiero, que tiene a la Bolsa de Nueva York como emblema.

Un poco antes, a las 15H00, los manifestantes convocaron a una concentración en Liberty Plaza, donde los “anti-Wall Street” han instalado su campamento desde el pasado 17 de septiembre.

Los manifestantes esperan reunir a varios miles de personas y han indicado en el sitio internet “Occupy Wall Street” que marcharán en solidaridad con aquellos que han visto desaparecer “sus jubilaciones” y “su salud” a raíz de las prácticas corporativistas de las instituciones financieras y los grandes bancos.

La movilización cuenta con el apoyo de sindicatos como la Federación Unida de Maestros, Trabajadores Unidos y Trabajadores del Transporte o PSC-CUNY United, que representa a más de 20.000 profesores y empleados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.

En ese sentido, el presidente del sindicato de transportes “Amalgamated Transit Union”, Larry Hanley, afirmó que la protesta en Wall Street “manifiesta los numerosos problemas a los cuales están confrontados las personas que trabajan en Estados Unidos”.

“Hablan en nombre de la amplia mayoría de los estadounidenses frustrados por los banqueros y los corredores que se aprovecharon a costas de aquellos que trabajan duro”, agregó en un comunicado.

Al apoyo sindical comenzó a sumarse el miércoles el político, ya que el presidente del grupo demócrata en la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, John Larson, “saludó” a los manifestantes que “se baten para dar una voz a los norteamericanos que luchan a diario”.

La protesta contra el corporativismo de Wall Street ha entrado en su tercera semana sin desinflarse e incluso extendiéndose a otras ciudades de Estados Unidos, como Boston, Chicago y Los Angeles, en el marco de un movimiento que parece cercano a la revuelta de los “indignados” en España.

La nueva movilización tiene lugar cuatro días después de la detención de 700 manifestantes el sábado por el bloqueo durante un par de horas del tradicional puente de Brooklyn, en el sur de Manhattan y no lejos de Wall Street.

La convocatoria para “ocupar Wall Street” fue lanzada por la organización anticonsumista Adbusters y otros grupos de izquierda a través de internet.

Desde entonces ha atraído a movimientos anarquistas, ecologistas, socialistas, ONGs de defensa de los derechos humanos, así como presencias individuales de veteranos de guerra, profesores universitarios y estudiantes.

Las razones para manifestarse son muy diferentes: el rechazo a la continuidad de las prácticas corporativistas en Wall Street a pesar de la crisis de 2008, los recortes en el presupuesto federal estadounidense en áreas como la educación, la brutalidad policial, el calentamiento climático, etc.