Los cuerpos de las víctimas del vuelo Rio-París que estuvieran demasiado degradados no serán remontados a la superficie, decidieron dos jueces de instrucción franceses, según una carta a las familias de las víctimas a la que tuvo acceso la AFP este martes.

“Para preservar la dignidad y el respeto de las desafortunadas víctimas y de quienes las lloran, hemos tomado la decisión de no sacar los restos demasiado alterados”, escriben los jueces parisinos Sylvie Zimmermann y Yann Daurelle.

Por consiguiente, “se ha decidido subir dos cadáveres en diferentes estados de conservación, para determinar si la identificación es o no realizable tras permanecer tanto tiempo en el fondo del océano”, según los magistrados.

El pasado fin de semana, dos cuerpos de las víctimas del vuelo Rio-Paris de Air France, que cayó al Atlántico en junio de 2009, fueron recuperados entre los restos del avión, a una profundidad de 3.900 metros.

“Contrariamente a ciertas declaraciones públicas, retomadas por algunos medios, deben saber que los restos mortales de las víctimas que se hallan en el fondo están ineluctablemente en estado degradado tras el choque particularmente violento, debido al tiempo transcurrido y al entorno”, prosiguen.

Los magistrados insisten además en el hecho que “la subida a la superficie es necesariamente un factor suplementario de degradación”.

“En consecuencia, sólo recuperaremos a las víctimas que puedan ser entregadas de forma decente a las familias, a condición de que puedan ser identificadas”, advierten.

El vuelo AF447 Río-París se estrelló en el océano Atlántico el 1º de junio de 2009 con 12 tripulantes y 216 pasajeros.

Por otra parte, las cajas negras del Airbus A330 accidentado llegarán el jueves al aeropuerto parisino de Le Bourget, donde serán analizadas, anunció el Buró de Investigaciones y Análisis (BEA) francés.

Los expertos esperan que esas dos cajas negras, que contienen las grabaciones de los parámetros del aparato durante el vuelo y las conversaciones de los pilotos, permitirán explicar las causas de la catástrofe que causó 228 muertos.

Las cajas negras fueron localizadas en abril pasado entre los restos del avión a 3.900 metros de profundidad.

Todavía no se sabe si las informaciones de las cajas negras, que permanecieron en el mar más de 23 meses, son legibles.

La lectura de los datos puede durar unos días o varias semanas, según el estado en que se encuentren las cajas negras.

Además de las cajas negras, los operarios recuperaron el lunes un motor y otra pieza que puede ser muy importante para la investigación.