Can-Am Chile Rally Team | Oficial

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El Rally Dakar, que por tercera ocasión consecutiva se disputa en Sudamérica, parece haber encontrado la tierra ideal, donde goza de un entusiasmo excepcional, y que en su trigésima segunda edición vuelve a someterse a la exigente pampa argentina y el árido desierto chileno.

Atrás quedó Africa y su inestabilidad, la misma que había causado la anulación en los últimos minutos de la prueba en 2008, y que arrojó una pérdida total de 15 millones de euros a Amaury Sport Organisation (ASO), el organizador del Dakar, y una frustración intensa en los competidores.

Pero desde el 2009, el Dakar encontró su lugar en medio de la pasión de los latinoamericanos. “El número de apasionados es increíble”, sostuvo el francés Luc Alphand, vencedor en autos en 2006.

El antiguo campeón de esquí, ahora comentarista para la televisión francesa, recuerda su primer Dakar en Sudamérica: “Había entre 600.000 y 800.000 personas en Buenos Aires. Nunca había visto eso. No se podía avanzar más. ¡Eran los Campos Elíseos durante la Copa del Mundo de fútbol (de 1998)!”.

El entusiasmo desde entonces ha ido creciendo. Se esperan unos cuatro millones de espectadores en las carreteras argentinas al paso de la caravana en esta edición de 2011, que comienza sábado y que terminará el 15 de enero en Buenos Aires, y en la que participarán unos 430 vehículos, entre ellos 146 autos, 183 motos, 33 cuadriciclos y 68 camiones.

El gobierno argentino estima un beneficio de 178 millones de dólares (136 millones de euros) gracias al Dakar. La carrera “es una ganga para la promoción del turismo en Argentina con sus millones de horas de difusión en el mundo”, aseguró el ministro de Turismo, Enrique Meyer.

Ahora muchos más medios comunicación siguen la prueba en las cuatro esquinas del mundo. Para esta edición, los telespectadores de 190 países verán imágenes del Dakar. Aproximadamente 70 cadenas radiales transmitirán la carrera, algo de lo que se enorgullece el dueño del Dakar, Etienne Lavigne.

El pasado año, el francés Cyril Despres (KTM) se impuso con comodidad en motos.

En autos, el español Carlos Sainz y su compañero de equipo en Volkswagen, el qatarí Nasser Al-Attiyah, se trenzaron en un duelo apasionante sobre los 9.000 km de trazado, y que sólo se resolvió por dos pequeños minutos a favor del experimentado piloto madrileño para coronarse campeón de la categoría.

“Si hay una lección importante que he aprendido en mi carrera, desde los campeonatos mundiales de rally y ahora en las carreras por el desierto, es que se deben encarar los desafíos a diario lanzándose a fondo, con el respeto más grande y siendo siempre modesto”, dijo Sainz, de 48 años y doble campeón mundial de rally (WRC) en 1990 y 1992.

“Las etapas de duna en el desierto de Atacama y en las colinas de la cordillera de los Andes serán otra vez un desafío único”, agregó.

La prueba, de una duración de 14 días, incluido uno de descanso, pasará por las poblaciones argentinas de Victoria, Córdoba, San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy, antes de desplazarse a Chile (Calama, Iquique, Arica, Antofagasta, Copiapó), y regresar a Argentina (Fiambalá, San Juan, de nuevo Córdoba y Buenos Aires).

El Dakar largará el sábado desde el Obelisco, el monumento más emblemático de Buenos Aires, para recorrer 377 kilómetros de enlace hasta la ciudad de Victoria.

Desde allí, el rally tendrá su salida real el domingo hasta Córdoba, con 758 km de los cuales 192 serán cronometrados para motos y cuadriciclos, y 788 km con 222 de especial para autos y camiones.