El profesor y experto en gestión y planificación ambiental, Alexis Vásquez, asegura que las precipitaciones afectan de gran manera la infraestructura de la capital debido a que “el diseño de nuestras ciudades no ha sido sensible al agua ni a los ciclos del agua“.

“La proporción de superficie impermeable (cemento) de nuestras ciudades genera que tengamos problemas cada vez que llueve. Cuando el Gran Santiago considera tasas de impermeabilización del 80 por ciento es evidente que vamos a tener problemas con el agua, porque si el suelo está sellado pierde la capacidad de infiltración, de actuar como esponja y regular las inundaciones”, explicó Vásquez.

Además, Vásquez asegura que “el desarrollo de infraestructura no ha tenido la velocidad suficiente para alcanzar el desarrollo de la ciudad” y que además no se consideran los espacios claves para el funcionamiento ecosistémico.

“Estamos en constante colusión con los procesos naturales” y esto genera crecientes conflictos en los que nuestras ciudades no estarían preparadas para ciertos escenarios, incluso los más comunes, aseguró el docente.

Problemas de comunicación

Felipe Guarda | Agencia UNO

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El investigador del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Roberto Rondanelli, explica que el episodio de este fin de semana “es un temporal típico del fenómeno del Niño. Es una tormenta cálida que está siendo alimentada por vapor de agua que viene desde el Pacífico Central“.

El problema ha sido la comunicación de esta información. La gente de Meteorología son buenos pronosticadores, pero muchas veces no está demasiado desarrollada la parte de comunicación. Escuché que se pronosticó que caerían entre 50 y 149 mm., así casi con un decimal y sin ninguna explicación de qué es lo que significa ese rango”, indicó.

Respecto de las consecuencias en materia de infraestructura, Rondanelli asegura que “la precipitación fue muy intensa pero en general las inundaciones o sólidos del Mapocho o las salidas del Mapocho requieren de más precipitación y durante más días” y que el hecho de que sólo haya habido desbordes en Providencia pero no en el Canal de San Carlos, por ejemplo, hace pensar “que la precipitación no alcanzó los niveles suficientes para producir un desborde propiamente tal” y que esto tiene que ver con otros factores.

¿Soluciones?

Mario Dávila | Agencia UNO

Mario Dávila | Agencia UNO

Alexis Vásquez indica que es clave mantener espacios que puedan proveer ciertos servicios ecosistémicos, “porque toda el agua que precipita termina escurriendo, y cuando escurre de forma superficial tenemos problema de cantidad de agua, pero también de calidad.

“Mientras el agua pasa una mayor cantidad de tiempo en superficie, lavando calles, estacionamientos, se contamina más“.

Su propuesta para evitar que haya problemas con cada lluvia es “considerar en el diseño urbano de nuestras ciudades una mayor proporción de espacios verdes que nos ayuden, por ejemplo, a mitigar el problema de las aguas lluvias.

“En contraposición a la infraestructura gris como los colectores de agua lluvia, la infraestructura verde, como los canales de drenaje con vegetación a los lados, humedales artificiales, lagunas, cumple varias funciones. No sólo gestiona el agua, sino que también proporciona espacios de recreación, aumenta el valor de las propiedades alrededor, provee de hábitat a ciertas especies, entre otras características“, lo cual permitiría además una mejor absorción por parte de los suelos.